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Ripollet quiere cubrir un tramo de 800 metros de la autopista C-58

Ripollet propone cubrir totalmente un tramo de 800 metros de la autopista C-58 que discurre a escasos metros de las viviendas del Pont Vell y Can Tiana. El municipio podría poner fin así a décadas de incesantes protestas por las molestias acústicas que ocasiona a los vecinos de la zona un tráfico diario de 120.000 vehículos. El alcalde, Juan Parralejo, ha afirmado que el cubrimiento definitivo de la autopista supondría 'la consolidación de un reto' y 'pondría fin a la aberración cometida en 1975 cuando se construyó una vía rápida a tres o cuatro metros de algunos bloques'.

La alternativa escogida por el equipo de gobierno figura entre las siete posibles que se plantean en el estudio elaborado por la Dirección General de Carreteras de la Generalitat, que tendría un coste de 2.648 millones de pesetas y comportaría la creación de un nuevo espacio de 10.000 metros cuadrados dedicado a zona de uso colectivo. Aunque entre las propuestas también figurase el soterramiento de la vía, el equipo de gobierno la ha desestimado por su elevado coste económico, que superaría los 13.500 millones de pesetas.

Tras muchos años de protestas, manifestaciones y reuniones parece que la solución podría ser definitiva. Un gran cajón de unos 800 metros de longitud y más de 5,30 metros de altura y unos muros laterales con ligera inclinación cubriría la autopista y evitaría los graves problemas de contaminación acústica y ambiental que sufren los vecinos de los barrios del Pont Vell y Can Tiana. El concejal de Urbanismo apuesta de forma decidida por esta opción, tal como existe en algunos tramos de la ronda Litoral de Barcelona.

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