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'Importa el estilo, no el dibujo'

A sus sólo 40 años, Víctor Fernández ya es uno de los técnicos de mayor prestigio. Para consolidarse como tal,

ha aplicado la filosofía más elemental del fútbol: si se juega bien, se gana. Eso es lo que siempre, dentro de las limitaciones económicas de sus clubes, ha pretendido. Ahora aspira a dar, de una vez por todas, un título al Celta.La final de la pasada Copa del Rey, perdida ante el Zaragoza en junio, dejó una sensación de vacío en el Celta de la que ahora trata de recuperarse. Su entrenador, Víctor Fernández (Zaragoza, 28 de noviembre de 1960), está más que satisfecho de su plantilla actual, que considera la mejor de la historia del club. Así, si todo va bien, batirá un récord en el cuadro vigués: cuatro años sentado en su banquillo. De momento, la temporada no ha podido empezar mejor para este técnico conocido por su gusto por el toque y el fútbol estético. La victoria, el pasado domingo, en el terreno de Osasuna (0-3) ha colocado al equipo gallego en el grupo más alto de la clasificiación de la Liga.

'Boban ha demostrado que el Celta es ya una referencia, un club atractivo para cualquier jugador'

Pregunta. ¿Qué es lo más duro que enseña un fracaso como el de la final de la Copa?

Respuesta. Que es una oportunidad única, que no se va a repetir en las mismas condiciones; que es la cara amarga del deporte. Pero el auténtico campeón es aquél que, cuando se cae, es capaz de levantarse inmediatamente. Eso es lo que nos ha dejado ese partido. Ha pasado ya suficiente tiempo para que no sigamos hurgando en la herida.

P. Boban ha contribuido a que la afición se recupere. ¿Comparte las expectativas de la hinchada respecto a él?

R. Es un jugador que, desde el punto de vista de la calidad, no ofrece ninguna duda. Tiene una trayectoria brillantísima, la más brillante de todos los futbolistas que han llegado al Celta. Pero el fútbol es el día a día, el presente, no el pasado. Ha llegado aquí por unas circunstancias personales muy especiales. No tenía espacio en el Milan. No ha logrado disfrutar su último año y medio en Italia y quiere reencontrarse con su fútbol, con ese espacio que siempre le ha correspondido en la élite mundial. Y ambas partes estimamos que el lugar idóneo y el momento adecuado son ahora el Celta.

P. ¿Le enorgullece que haya elegido a su conjunto?

R. La conclusión que uno puede sacar es que el Celta ya es un equipo apetecible para cualquier jugador. Lógicamente, dentro de unas condiciones económicas determinadas. Pero el Celta es un club de referencia en el fútbol europeo, un equipo atractivo al que los grandes jugadores se pueden plantear ya su incorporación. Esto hace sólo unos años era algo impensable.

P. ¿Habrá que sacrificar el sacrosanto doble pivote para que Mostovoi y él jueguen juntos?

R. Lo que está claro es que pueden jugar juntos; que los buenos jugadores siempre se entienden; que necesitamos que Boban mejore su condición física, su ritmo, su movilidad... A partir de ahí podremos plantearnos cualquier alternativa táctica. Al día de hoy, todavía no lo podemos hacer. Pero, si el Celta se caracteriza por jugar un buen fútbol, los que mejor fútbol pueden practicar son los buenos futbolistas, no los que técnicamente no están preparados.

P. Este curso se ha apostado por jugadores europeos, pero también se han ido españoles, como Pablo Couñago, un gallego.

R. Es un inconveniente importante para nosotros. Porque el mercado nacional, si ya estaba prácticamente imposible para nosotros, esta temporada lo ha estado todavía más. Si hemos traído futbolistas europeos es porque era la única alternativa para lograr gente cedida. Luccin, Maurice y Boban vienen precisamente por eso. No tenemos dinero para comprar y hemos ido a por jugadores que han tenido problemas en sus anteriores clubes y a los que tenemos la obligación de rehabilitar aquí.

P. Se le recrimina un cierto desdén hacia la cantera. Couñago, internacional sub 21, se ha ido al Ipswich Town, inglés. ¿Aconsejó no renovarle el contrato?

P. No; en absoluto. Pablo es un futbolista que tiene que demostrar lo que vale. Se está creando una gran presión a su alrededor y él se está autopresionando exageradamente. No es que no haya jugado en el Celta. Es que no lo ha hecho en ningún equipo profesional de los que ha estado. Me ha sorprendido todo este revuelo en su entorno por su llegada al fútbol británico. Couñago interesaba al Celta, que estuvo luchando por su renovación durante meses, como planteé yo, pero no pudo ser. Respecto a la cantera, yo pregunto: ¿cuántos jugadores gallegos han salido en los últimos quince años en el Celta y, además, coincidiendo con la etapa de mayor esplendor del club? Cuanto mayor es el esplendor futbolístico de un equipo, mayores dificultades tienen los de abajo para salir. Es muy fácil hacer demagogia con la cantera.

P. ¿Tiene la mejor plantilla desde que está en Vigo?

R. Es la más compensada e igualada numéricamente. Otra cosa es decir que es el mejor equipo. En muchos puestos hay jugadores igualados que pueden ofrecer un rendimiento parejo. Mi impresión es que no tengo mejor equipo que hace tres años. Hoy por hoy, no. Pero seguramente sí la mejor plantilla de la historia del club. Vamos a ver si de ahí logramos sacar un gran conjunto.

P. ¿Qué tipo de refuerzos le convencen más, los del Real Madrid o los del Barcelona?

R. El Madrid sólo se ha reforzado con uno, Zidane, pero que tiene una capacidad para ver el fútbol y potenciar las virtudes de sus compañeros como nadie en el mundo. El Barça ha apostado por jugadores jóvenes, que, potencialmente, pueden ser muy buenos. Eso, en un club con las exigencias del azulgrana, es un extraordinario riesgo. Vamos a ver cómo reaccionan ante esa presión. Son dos filosofías opuestas.

P. ¿Con cuál se queda?

R. Un equipo grande tiene que fichar jugadores de rendimiento inmediato. El mejor Milan fue el de los tres holandeses, Gullit, Van Basten y Rijkaard, en su plenitud. El dream team fichó a Koeman con 30 años, a Stoichtkov con 27, a Romario con 30, a Laudrup con 29... Son diferentes filosofías. Sin embargo, el Celta tiene que buscar jugadores jóvenes para vender, como hemos hecho otros años.

P. ¿Debe el Madid cambiar su esquema en función de Zidane?R. Un equipo tiene que tener en cuenta las características de sus mejores jugadores. Zidane lo es. Los esquemas y los dibujos tácticos no pueden ser rígidos. Han de ser totalmente flexibles. Le damos demasiada importancia a los números y los dibujos. El fútbol es un juego en movimiento. Los futbolistas son elementos en movimiento. Desde que la pelota empieza a circular, esos números ya se han cambiado. Lo más importante es el estilo y la idea que defiendas; que coincidan con las características de los jugadores. Y las de Zidane coinciden plenamente con la idea del Madrid. Es lo que hemos buscado aquí con Boban, Maurice y Luccin. El dibujo es secundario.

P. ¿Qué novedades espera de la Liga que acaba de comenzar?

R. Veo una gran desproporción entre los grandes y el resto. Lo de este año ha sido exagerado. Nadie ha fichado salvo los grandes: el Madrid, el Barcelona, el Deportivo y el Valencia. Las diferencias van a aumentar. Eso no significa que no vaya a haber espacio para que se infiltren uno o dos equipos en ese grupo. Y, pese a la desproporción de los presupuestos, los partidos van a seguir muy igualados. Hay que luchar contra la idea de que los presupuestos ordenan la Liga.

P. ¿Cuál debe ser el objetivo del Celta?

R. Mejorar. Debemos seguir consolidados en Europa. Y ojalá que, dentro de esa clasificación europea, llegáramos a alcanzar ese punto diferente que es la Liga de Campeones, que nunca hemos disputado. Pero hay muchos indicadores que muestran la mejora: ganar más partidos, jugar mejor, meter más goles, llegar más lejos en la Copa del Rey o en la de la UEFA... Mejorar, en fin.

P. ¿Teme que se le empiece a exigir un título?

R. Hace mucho tiempo que me lo he exigido a mí mismo, así que no tengo necesidad de que me lo exijan. Intentaremos luchar por ello. Y, si lo podemos conseguir, adelante. El equipo ha hecho méritos más que suficientes en los últimos años para tener ese reconocimiento, para poder decir: 'Soy campeón'.

P. ¿No siente ya las ganas de entrenar a un equipo que aspire a ganar la Liga?

R. (Suspiro) Bueno, es el título que me falta. La verdad es que sería una sensación que nunca he tenido en mi vida. Pero lo que puedo decir es que estoy feliz aquí y que me siento identificado e implicado en este proyecto. ¿Luchar algún día por la Liga? Ya llegará ese momento.

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