El Ayuntamiento expulsa a los inmigrantes de la plaza de Catalunya sin ofrecerles alternativas

El desalojo se efectuó a las seis de la madrugada -cuando los inmigrantes todavía dormían- en cumplimiento de una orden de la alcaldía, siendo la alcaldesa accidental la ecosocialista Imma Mayol. La operación se desarrolló 'sin incidentes', según el Ayuntamiento, aunque varios inmigrantes aseguraron que se produjo algún forcejeo.

El gerente del área de Bienestar Social, Eduard Espagnolo, dijo que el Ayuntamiento pretende recuperar una plaza que 'se había degradado progresivamente'. 'El grado de incivismo [de los subsaharianos] iba en aumento y la gente eludía pasar por allí', agregó. Espagnolo explicó que 50 personas, entre agentes de la Guardia Urbana y educadores sociales, 'despertaron por grupos a los inmigrantes' y les comunicaron que debían abandonar la plaza por tratarse de un espacio público.

Tras ser desalojados, lossin papeles recogieron sus escasas pertenencias y la mayoría de ellos, siguiendo las indicaciones de la Guardia Urbana, se dirigieron hacia la oficina municipal del Servicio de Atención al Inmigrante y el Refugiado (SAIER), situada en la avenida del Paral-lel. En esta oficina se vivieron momentos de tensión, puesto que la llegada de los desalojados colapsó el servicio. Sus responsables cerraron las puertas y dejaron en la calle a los subsaharianos. Aunque a las doce abrieron de nuevo, a las dos de la tarde -hora oficial de cierre- todavía no habían atendido a ninguno de los desalojados. 'Es hora de cerrar, tendrán que esperar hasta mañana', les comunicó una responsable.

La mayoría de los inmigrantes, que decidieron pasar la noche concentrados ante la oficina del SAIER, han solicitado su regularización por motivos de arraigo, acogiéndose al proceso que acabó el pasado 31 de julio, pero aún no han recibido respuesta alguna.

Eduard Espagnolo culpó a la Subdelegación del Gobierno en Barcelona de la situación de estos inmigrantes. 'No podemos atender la reivindicación del colectivo, que es la de obtener papeles, ya que esto está en manos de la subdelegación, pero sí analizaremos las situaciones individuales y ofreceremos alojamiento a los inmigrantes que se hallen en situación de extrema necesidad', dijo Espagnolo. Ni la Generalitat ni la Delegación del Gobierno ofrecieron ninguna solución al conflicto.

Mientras tanto, los inmigrantes pasaron la tarde y la noche concentrados ante la oficina del SAIER, sin apenas comida ni bebida. Durante las últimas semanas habían acudido a los comedores municipales y a un convento del centro de la ciudad, donde también se aseaban. 'Ahora el problema es que no tenemos nada para comer, no me esperaba algo así en Europa', se quejaba un inmigrante senegalés.

El gerente del área de Bienestar Social explicó que los educadores sociales han ofrecido a los subsaharianos 'información y asesoramiento objetivo' sobre su situación. 'Las mafias y a veces los organismos que les dan apoyo les hacen promesas falsas', añadió, en alusión a organismos como la plataforma Papeles para Todos y CGT. Este sindicato exigió al Ayuntamiento que habilite urgentemente un alojamiento temporal hasta que los inmigrantes pendientes de regularización reciban sus documentos.