Sergio tiene recorrido

Para quedarse con posibilidades de ganar el Open Británico, Sergio García tenía que hacer algo especial ayer. Ésta es la crónica, hoyo por hoyo, de su recorrido.

- Hoyo 1. Par 3, 190 metros. Tras la decepción del 72 que hizo el día anterior no se complica la vida. Un golpe sensato al centro del green, a 15 metros de la bandera. Dos putts y par.

- Hoyo 2. Par 4, 400 metros. Drive impecable, paralelo a la vía de tren que bordea los primeros hoyos. Approach sensacional. A un metro del agujero: birdie. El arranque ideal. Baja a menos uno.

- Hoyo 3. Par 4, 420 metros. Está pegando bien a la bola, sin miedo. Los putts del viernes siempre se quedaban cortos; ayer los mide a la perfección. Par.

- Hoyo 4. Par 4, 370 metros. Se palpa una electricidad entre el público, la que generan las estrellas. Otros grandes jugadores nunca pasan de ser grandes jugadores de golf. David Duval y Colin Montgomerie no transmiten lo que transmite Sergio. Y Tiger, claro. Otro par.

- Hoyo 5. Par tres, 190 metros. Putt para birdie de 12 metros. La bola lame el hoyo. Gritos de '¡vamos, Sergio!', en inglés. Par.

- Hoyo 6. Par cinco, 450 metros. Según las estadísticas, el hoyo más fácil del campo. Gran oportunidad de birdie. Pero no. Tras tirar el drive a un rough impenetrable tiene que dropar. Los padres de Sergio y su hermano, que le acompañan en el recorrido, se ven preocupados. ¿Será éste el fin del sueño? No. Hace un par cinco heroico que sabe a birdie.

- Hoyo 7. Par cinco, 510 metros. Ahora hace un birdie de verdad. Enorme drive, perfectamente paralelo una vez más a la vía del tren. Segundo al bunker, a 30 metros del hoyo. Pero Sergio es un maestro en la arena y se deja un putt fácil. Baja a menos dos.

- Hoyo 8. Par 4, 390 metros. Drive limpio y recto, approach al centro del green. Putt de ocho metros. Otro birdie: -3. 'Los birdies hacen maravillas', sonríe Víctor, su padre.

- Hoyo 9. Par tres, 140 metros. Sergio hace un par cómodo.

- Hoyo 10. Par cuatro, 300 metros. Deja el segundo tiro a dos metros. Grandísima oportunidad de birdie. Lee mal la ondulación del green. Se tiene que consolar con un par cuatro.

- Hoyo 11. Par cinco, 510 metros. El fallo del diez no le afecta. Tras un drive fabuloso, deja el segundo golpe a cinco metros de la bandera. Las multitudes que ahora siguen a Sergio sueltan un aullido colectivo cuando falla, por milímetros, su putt para eagle. Pero un birdie no está mal. Baja a -4.

- Hoyo 12. Par tres, 175 metros. Como dijo Sergio el pasado miércoles: 'Cuando crees que lo tienes todo bajo control, el golf tiene la mala constumbre de pegarte una bofetada'. Hace bogey.

- Hoyo 13. Par cuatro, 320 metros. El público inglés lo anima como si fuera Severiano. Par.

- Hoyo 14. Par 4, 410 metros. Los últimos seis hoyos son todos par cuatro, y temibles. No para Sergio. Un maravilloso segundo golpe deja la bola a metro y medio de la bandera: birdie.

- Hoyo 15. Par 4, 420 metros. Drive al rough, approach al bunker. Se salva con un putt de cuatro metros para par.

- Hoyo 16. Par 4, 330 metros. Gran oportunidad de birdie tras dos golpes perfectos en un hoyo que se ha cobrado muchas víctimas. Falla un putt de metro y medio. No se lo puede creer. Par.

- Hoyo 17. Par 4, 430 metros. Uno de los hoyos más dificiles del mundo. Veintidos bunkers. El drive de Sergio desaparece en el rough. El segundo golpe sólo lo puede avanzar 90 metros: bogey.

- Hoyo 18. Par 4, 390 metros. Ha vuelto a tres bajo par. Sabe que necesita acabar con menos cuatro hoy si va a tener alguna posibilidad el domingo. Un buen drive, pero mala suerte con el approach. Se deja un chip de nueve metros para birdie. Parece imposible. No lo es. Sergio reacciona como si hubiera marcado un gol de empate en el minuto 90 de un partido de fútbol. El público también. Recorrido de 67 (-4). 'Jugué realmente bien', dice Sergio al batallón de periodistas que le espera. 'Siento que puedo ganar'.