_
_
_
_

Pujol da un tirón de orejas a CDC y Unió y exige que se vuelquen en reforzar su proyecto

El presidente insta a llegar al 'alma' de la gente

Si algún militante de CDC creía que el proceso de construcción de la nueva CiU iba viento en popa, debió de llevarse ayer un buen susto. El máximo líder de Convergència, Jordi Pujol, clausuró tres días de plácidos debates en Montbrió del Camp (Baix Camp) regañando públicamente la actitud de ambos partidos ante un proceso que debe culminar con la constitución de una nueva federación a finales de año y poniendo con crudeza sobre la mesa que las cosas no marchan bien. Ni Artur Mas ni Josep Antoni Duran se encontraban en la sala, pero sus nombres, que no fueron citados, estaban en la mente de todos.

Pujol hizo un discurso apasionado, que contrastaba con el tono técnico y calculador expresado la víspera por Mas, y advirtió que para que CiU se 'salve de la derrota' en las próximas autonómicas es imprescindible que el proceso de refundación en marcha culmine bien. No sólo para tratar de ganar las elecciones, sino para algo aún más importante para Cataluña, a juicio de Pujol: que CiU siga siendo el 'instrumento vertebrador' de la sociedad: 'CDC, y después CiU, ha sido la fuerza más importante de Cataluña en el siglo XX', afirmó en varias ocasiones.

A pesar de la importancia de la empresa, Pujol dejó entrever que los preparativos para crear la nueva federación atraviesan por un momento delicado. Advirtió del peligro de que se produzcan 'luchas estériles', 'peleas de pueblo', 'ciertas manifestaciones de patriotismo de partido', y lo achacó tanto a CDC como a Unió.

Unió Democràtica de Guinea

La misma Escuela de Verano de CDC que ayer se clausuró fue un ejemplo de que las relaciones entre los dos partidos no son fluidas, pese a que hace sólo cuatro meses que firmaron el acuerdo que en teoría debe garantizar su continuidad. Ningún dirigente de Unió se acercó a Montbrió del Camp y en el capítulo de agradecimientos se citó a varios partidos amigos presentes, pero no a Unió. En la sala se oyeron incluso risas cuando el director de la escuela, Joan Vallvé, agradeció la asistencia de Unió Democràtica... de Guinea Ecuatorial.

Pese a repartir las culpas, Pujol señaló especialmente a Duran, aunque sin citarlo.El líder de Unió, Josep Antoni Duran, se encontraba ayer de viaje en Chile, pero algunos de los ejemplos esgrimidos por Pujol de actitudes que se deben evitar iban contra él. Al menos coinciden con los reproches que los dirigentes de Convergència suelen lanzar en privado contra Duran: no apostar a fondo por la constitución de CiU como una 'fuerza política única' y aguardar pasivamente un posible fracaso de Artur Mas para poder encabezar después él mismo el proyecto o romper la baraja.

Pujol exigió a los dirigentes una actitud 'decidida' ante la construcción de 'una sola fuerza política' que en su opinión será la nueva CiU. La expresión 'una sola fuerza política' la subrayó media docena de veces, pese a que el líder de Unió ha matizado en varias ocasiones el significado de la futura federación.

Pero aún fue más claro y, en referencia a Duran, pidió que 'nadie se guarde cartas' y que se abandone determinada 'actitud escéptica, de pillo, de verlas venir' sobre la viabilidad de la nueva coalición. '¡No!', gritó Pujol para mostrar su rechazo frontal a estas actitudes. Duran respondió a la andanada desde Chile, aunque evitó polemizar con el presidente de la Generalitat, si bien subrayó que Unió no apuesta por constituir 'un único partido', sino que aspira a mantener su perfil propio y añadió que el momento para hablar del futuro de CiU no era el oportuno.

El tirón de orejas de Pujol, no obstante, que fue seguido en silencio por los más de 300 asistentes a la Escuela de Verano, no se limitó a Duran. También se dirigió, por otras razones y sin citarle expresamente, a su delfín y protegido, Artur Mas, cuyo perfil político hasta ahora ha sido básicamente técnico y profesional.

El espíritu y el PIB

Pujol pidió a los políticos de CiU que se dirijan al 'alma' de la gente y que no basen su discurso únicamente en números, uno de los estigmas que persiguen a Mas. 'Debemos llegar a los recovecos del alma, donde están el dolor y las esperanzas de los ciudadanos' aseguró con vehemencia.

El dirigente nacionalista puso mucho énfasis en su petición: '¡Hay que tener un contacto muy directo con la gente y no fijarse sólo en la evolución del producto interior bruto y de la competitividad!', añadió tras subrayar que 'no se puede hacer política desde un despacho' y que no se puede hacer política 'sólo a base de estadísticas'.

El presidente de la Generalitat emplazó a Mas y a todos los dirigentes de CiU a seguir su propio ejemplo y visitar pueblos 'a los que nunca va nadie', entre los que citó Montmaneu (Anoia), de 200 habitantes, donde Pujol estuvo el sábado. Puso aún otro ejemplo gráfico sacado de su agenda también del sábado, en que visitó el hospital psiquiátrico de Martorell (Baix Llobregat). Al referirse a esta visita, además, dio a los suyos la consigna de utilizar un lenguaje populista, si bien Mas no pudo aprender la lección al no encontrarse en Montbrió: 'Tenemos que ir a ver a los locos, sin eufemismos, y a sus familias', aseguró.

A pesar de que ha renunciado a presentarse a la reelección y la candidatura de CiU a la presidencia de la Generalitat la encabezará Artur Mas, Pujol dejó ayer muy claro a su delfín cuál debe ser su estrategia si quiere ganar las próximas elecciones, previstas para el año 2003: emular su campaña electoral de 1980, en la que los pronósticos eran adversos a CiU, pese a lo cual Pujol logró ser investido presidente de la Generalitat.

'¿Por qué ganamos en 1980?', se preguntó Pujol. Él mismo se respondió. A su juicio, su triunfo se explica por una oferta diferenciada que contenía tres patas y que sugirió recuperar ahora: nacionalismo -vinculado a una idea de que 'gobiernen los de casa', dijo-, espíritu constructivo y mentalidad de esfuerzo y cohesión.

El conjunto de los tres factores llevó a CiU a ofertar en su día una 'propuesta cívica y moral' que en su opinión va mucho más allá que un simple programa político y que animó a reeditar ante las próximas elecciones. 'Para ganar tenemos que ser capaces de transmitir un mensaje de estas características', subrayó.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_