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Correos invierte 4.000 millones en un centro en Sant Cugat en medio de críticas por mal servicio

Alcaldes y empresas reclaman más personal y entregas más rápidas

La maquinaria empleada tratará 40.000 envíos por hora y los distribuirá a las oficinas de correos clasificados por zonas o secciones.

El de Sant Cugat será el segundo centro de tratamiento postal automatizado de España -existe uno en Quart de Poblet (Valencia) operativo desde el pasado noviembre- y se construirá paralelamente a otros dos en Madrid y Bilbao, dentro de un plan nacional que se realizará en tres años con una inversión de 50.000 millones de pesetas.

El centro de Sant Cugat, que se ubicará en un solar de 20.000 metros cuadrados de superficie en el polígono Sant Joan, entrará en funcionamiento en el verano de 2002. A partir de entonces, buena parte de la correspondencia con origen o destino en Cataluña será filtrada por los equipos automáticos de este nuevo recinto. Las máquinas que se emplearán están dotadas de unos sistemas que identifican la localidad e incluso el código postal de zonas, secciones, distritos o barrios y que clasifican las cartas de acuerdo con estos criterios, señala Correos.

Desajustes entre zonas

Si el centro de clasificación automática de Sant Cugat del Vallès cumple con los objetivos establecidos, serán muchos los ciudadanos que aplaudirán su creación. Tantos como los que ahora se quejan de la calidad de los servicios de Correos, básicamente por los retrasos en recibir la correspondencia y la desatención a quienes viven en zonas apartadas del centro urbano.

En muchos casos se apunta que los problemas en la calidad del servicio vienen de la mano de los desajustes existentes en diversas zonas de Cataluña entre las cifras de población y las de carteros. Estas diferencias se originan en especial en las comarcas del Vallès Occidental y el Baix Llobregat, que han experimentado un enorme crecimiento demográfico, mientras que el tamaño de la plantilla no ha variado.

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El Ayuntamiento de Terrassa se reunió hace unos días con la dirección de Correos para subsanar las deficiencias del servicio de las que se quejan los vecinos. La patronal Cecot y la Cámara de Comercio de la ciudad vienen denunciando desde hace tiempo los retrasos en la entrega de correspondencia.

Aunque a principios de año Correos aplicó medidas como reforzar el reparto en determinadas zonas, el Ayuntamiento de Terrassa espera ahora, tras reunirse con la dirección, la presentación de nuevas propuestas de mejora para que Correos efectúe nuevas contrataciones de personal con el fin de cubrir suplencias por permisos, vacaciones o bajas laborales, según afirma el concejal de servicios internos de la ciudad, Josep Saguirre.

También la Cámara de Comercio de Sabadell ha mantenido alguna reunión con los responsables de Correos y, a pesar de que éstos han asegurado mejoras inminentes, el presidente de la comisión de Urbanismo, Comunicación y Transportes de la cámara, Salvador Palomo, explica que a partir de la semana próxima esta entidad realizará sondeos periódicos a sus clientes para comprobar que el servicio mejora. 'Tendrían que hacer milagros', advierte Palomo.

En Torrelles de Llobregat, la polémica está servida desde hace tiempo. Correos exige que las viviendas de las urbanizaciones hagan constar en su buzón un número identificativo, aunque no hay ninguna ley que les obligue a hacerlo, cuenta la alcaldesa de la localidad, Isabel Gimeno. En caso de no incluir el número, las carteras se niegan a repartir la correspondencia y los vecinos no tienen otro remedio que ir a la oficina a recoger sus cartas.

El Ayuntamiento considera 'inaceptable' la exigencia de Correos, por lo que se ha dirigido al Ministerio de Fomento para solucionar el problema. Está previsto que a partir del 16 de julio, la oficina de Torrelles de Llobregat aumente su plantilla. Actualmente, cuenta con una cartera a jornada completa y otra a media jornada, igual que hace cinco años. Pero desde entonces, la población ha crecido en un millar de personas. Por ello, para ganar tiempo, las empleadas responsables del reparto piden que en el buzón conste el número identificativo. De una manera o de otra, lo importante es, dice Gimeno, 'garantizar que este servicio público llegue a todo el mundo'.

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