Limpios como una patena

'Para el 99% de los equipos, ganar el Tour es un objetivo secundario', dice, extremo, un director español. 'Con sobrevivir nos conformaremos'.

Sobrevivir en el mundo ciclista es, desde la noche del 6 de junio, disputar una carrera sin llamar la atención de la policía, de los jueces o de la prensa por asuntos que no sean, y así recalcan en el mundillo, 'puramente deportivos'. El 6 de junio, por la noche, lós carabineros italianos hicieron la redada del siglo en los hoteles de los equipos del Giro que hacían noche en San Remo. Encontraron medicamentos prohibidos, o sometidos a restricción, en poder de 86 personas, unos 60 de ellos ciclistas.

El mismo deseo que los equipos, y más claramente expresado, lo mantiene el Tour, los organizadores de una carrera que ya consideran que pagaron su peaje en 1998 con el asunto Festina. 'Eso no se debe repetir', es el lema. Todos los medios se han puesto en ese sentido: los ciclistas deben correr el Tour limpios como una patena, por dentro y por fuera. Y sus equipos, sus acompañantes, médicos, masajistas y directores, también deberán jugar limpio.

Las medidas disuasorias, los avisos para navegantes, no han faltado en las últimas semanas. Desde París se ha informado repetidamente de que Jean Marie Leblanc y los otros dirigentes del Tour tendrían en su poder todas las diligencias del fiscal italiano antes de la carrera para sancionar deportivamente los casos aparentemente más aparatosos. Desde Florencia, donde actúa el fiscal Luigi Bocciolini, se respondió poco después que el deseo francés era posible, pero que la realidad italiana exigía trámites legales y el previo paso por la federación y otros entes antes de que los documentos volaran a París. La cosa, entonces, se tomará su tiempo.

El siguiente aviso es un rumor que todo el mundo se ha creído y que puede que sea verdad. Cuando se presentó el nuevo test de orina anti EPO los científicos franceses precisaron que su principal defecto era que no detectaba eritropoyetina exógena tomada más de cuatro días antes. Cuando en apenas dos meses de funcionamiento cuatro ciclistas dieron positivo por EPO, una nueva verdad se ha hecho hueco: en realidad, los cuatro (Barbero, Hervé, Hamburger y Meier) no fueron torpes ni exagerados, lo que pasa es que el test es más fino de lo advertido y detecta eritropoyetina tomada hasta un mes antes del análisis. Esta noticia ha corrido como la pólvora en el pelotón, con sus correspondientes efectos disuasorios.

Para garantizar la limpieza de los 180 participantes, el Tour los hará llegar un día antes de lo habitual, mañana miércoles en lugar del jueves, día que estará dedicado a la práctica del tercer plazo del control longitudinal. Estos análisis los hacen normalmente los propios equipos, que transmiten los resultados a la UCI (Unión Ciclista Internacional). En esta ocasión, será el Tour quien se encargue.

El jueves, antes del desayuno, una brigada de médicos tomará una muestra de sangre a los 180 corredores. Por vía aérea, estas muestras se enviarán inmediatamente a Lausana, donde los expertos de la UCI lo analizarán en menos de 24 horas.

'Será un hemograma completo', explica Jesús Hoyos, médico del iBanesto.com. 'Y también un análisis bioquímico y de algunas hormonas, como el cortisol y la testosterona en sangre'. Se medirá la ferritina, y a los ciclistas que tengan más de 300 nanogramos por mililitro se les prohibirá tomar hierro aun por vía oral. Los corredores que tengan un hematocrito (volumen de glóbulos rojos de la sangre) superior al 50% y la hemoglobina más alta de 17 g/dl, serán suspendidos inmediatamente por 15 días. Si los reticulocitos, que son los glóbulos rojos jóvenes, son menos del 0,4% (efecto rebote del uso de EPO) o superiores al 2,4% (uso reciente de EPO), el ciclista deberá someterse a un análisis de orina en busca de EPO. En este caso, el equipo tiene derecho a sustituir al corredor antes del comienzo del Tour.

Durante el Tour, la guardia no se bajará. Los controles diarios de orina subirán a 10, y serán obligatorios para el ganador de cada etapa y los tres primeros de la general. Además, para atajar una de las vías más utilizadas para burlar el reglamento, los médicos de los equipos necesitarán de la autorización de un médico de la UCI para recetar corticoides, anestésicos, antiasmáticos y otras sustancias que se pueden utilizar de forma restingida y sólo con prescripción facultativa.

El pelotón de 2001 promete aparentar ser el más limpio de la historia. Sin embargo, todas estas medidas nada podrán hacer contra el abuso de las nuevas sustancias, las hemoglobinas sintéticas y la hormona del crecimiento, aún indetectables.