'Cada época cocina su propio gazpacho cultural'
Natural de La Línea de la Concepción (Cádiz) y afincado en Chiclana, Miguel Ángel García-Argüez se ha revelado como una de las más firmes promesas de las letras gaditanas. Tras su debú editorial, el poemario Las tijeras y el yogur, el 2001 será su año gracias a la aparición casi simultánea de tres libros suyos: el ensayo sociológico El pan y los peces (Biblioteca de Temas Chiclaneros), el volumen de versos Ecce woman (Quórum), que recibió en Cádiz el Premio José Manuel García Gómez, y la novela Los búhos, de inminente aparición en Vipren. Junto a su dedicación literaria, ha militado en diversas bandas de rock.
Pregunta. ¿Qué aporta Ecce woman a la línea abierta en su primer libro?
Respuesta. Ecce woman fue un intento de construir poemas amorosos partiendo del concepto trovadoresco, provenzal, del amor cortés. Pero también modernizando el lenguaje y relacionándolo con las vanguardias poéticas, principalmente del rock. Es una mezcla de mística del Siglo de Oro y el lenguaje directo y desnudo de la música actual.
P. ¿Cree que un joven poeta no puede sacudirse la iconografía del rock, el cómic o el cine?
R. Cada cual es libre de hacer lo que crea oportuno. Pero también creo que es muy difícil zafarse de todo ese poso cultural que hemos mamado, como para los poetas del 50 fue muy difícil eludir la educación franquista o para los del Barroco, el espíritu de la Contrarreforma. Cada época cocina su propio gazpacho cultural.
P. ¿Siente que en Andalucía ha llegado el fin de una corriente hegemónica, el de la llamada poesía de la experiencia?
R. No puedo sentir ese fin como no he sentido nunca esa hegemonía. A mí, estas cosas siempre acaban pareciéndome un rollo más político que estético. Me interesa mucho más lo que se hace al margen de esos circuitos.
P. ¿Puede hablarse de una literatura underground, heredera de los setenta?
R. El guiso siempre se cocina en fuegos chicos. Lo más innovador y sincero siempre está al margen del mercado. Y en este sentido, encontramos un paradigma en el mundo del pop y el rock: uno de los más perfectos vehículos de comunicación, que impone a la poesía una serie de cánones renovadores. Desde los Doors, el rock se está planteando como una renovación de la lírica.
P. ¿Cree que las universidades fomentan la creación literaria?
R. Sólo conozco la Universidad de Cádiz, que supongo que no será muy diferente a las otras, y creo que no. Tampoco creo que sea su misión. La universidad debe promocionar la investigación y no limitarse a ser una F P para niños mayores, una fábrica de parados cualificados. Pienso que habría que potenciar más el público que los artistas. Crear lectores, porque cada vez hay menos.
