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La central energética de ciclo combinado de Amorebieta, promovida por la empresa pública irlandesa ESB, ya sólo depende de los permisos municipales de actividad y obras para el inicio de su construcción. El Gobierno central ha concedido su último trámite, la autorización administrativa del Ministerio de Energía, que se une a la declaración de impacto ambiental y al informe positivo de la Comisión Nacional de Energía, ya obtenidos.
ESB valora que no hay ningún 'argumento técnico, medioambiental, nomativo o legal de oposición al proyecto', lo que es cuestionado por la gran mayoría de los vecinos y los grupos municipales de Amorebieta, incluido el PNV. El consejero de Industria, Josu Jon Imaz, dijo ayer que la instalación queda en manos del consistorio y destacó que la tecnología de ciclo combinado es 'una de las que producen un menor impacto ambiental'.
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