Tensiones en la academia de Casp por el acuerdo de la lengua

La aprobación en las Cortes de la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua ha suscitado una fuerte tensión en el seno de la secesionista Real Academia de la Cultura Valenciana, cuya decano es el escritor Xavier Casp, elegido también miembro de la nueva institución. En la reunión de la junta directiva celebrada el lunes se discutió y se llegó a pedir la dimisión en bloque de todos los directivos. 'Se habló de dimitir todos, de la dimisión de algunos. Hubo las lógicas tensiones', explicó ayer Casp. Pero las dimisiones, de producirse, tendrán que esperar hasta la semana que viene, a la reunión de la junta general, el órgano competente en estas cuestiones. Lo que parece claro es la división en la RACV a causa del pacto de la lengua y de la Acadèmia.

Casp, de todas maneras, dijo que no cree 'que haya una dimisión en bloque' y respecto a su caso, indicó que está pensando en dimitir para poder atender a su cargo en la Acadèmia, aunque tomará la decisión en función también de cómo vea 'a todos los demás'. Casp insistió en que la RACV 'no debe mancharse de política'.

No obstante, desde instituciones como la Diputación de Valencia se está trababajando para modificar los estatutos de la RACV con el fin de cambiar el carácter perpetuo de sus dirigentes, como el secretario de la institutión, José Aparicio, o el propio decano. El objetivo es actualizar el funcionamiento de la misma al tiempo que se intenta adaptar al nuevo contexto surgido tras la creación de la Acadèmia de la Llengua.