_
_
_
_
Tribuna:ACCIDENTES EN CARRETERA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Más vale nunca que tarde

El accidente en carretera es una variable incómoda que en las mismas fechas y con cifras aumentadas se repite con la certeza de un axioma matemático. Una colisión demoledora sobreviene cuando pensábamos en hacer otra cosa y, a partir de ese momento, nos obliga a cambiar de carril para siempre, a vivir como un naipe sin baraja y reemplazar la fascinación del concesionario de automóviles por la funcionalidad a secas de la ortopedia...

Resulta aterrador imaginar esa amalgama de víscera y chatarra, pulmón y vidrio, polietileno y líquido medular, por no hablar del alma que seguramente escogerá el combustible para arder... y sin embargo semejante espectáculo de siniestra vanguardia sólo nos resulta creíble cuando se acerca tanto que salpica. Entonces, cuando ya es tarde, los más afortunados descubren que la vida iba en serio; los otros nunca sabrán que la muerte también era verdad.

Mientras eso pasa a los demás, nosotros conducimos tranquilos porque nos protege el azar de la guarda , y seducidos por la magia del diseño, obviamos que la finalidad del automóvil no es otra que el desplazamiento . La publicidad engañosa contribuye para que lo olvidemos: los coches más que vehículos funcionales son máquinas para el éxito que relacionan la velocidad con placer, confort, sexo,...y así acabamos a veces instalados de bruces en la eternidad o conociendo la sencilla y milagrosa función que con naturalidad desempeñaba nuestra médula, antes, claro, de que se nos antojara experimentar nuevas sensaciones, llegar por carretera a mundos nuevos.

Apenas si existen errores mecánicos, mientras no creamos de verdad que la imprudencia perjudica seriamente la salud , que el enemigo está dentro, mientras no veamos la muerte en la velocidad, el cansancio y el alcohol con la vehemencia que la descubrimos ahora en el tabaco, seguiremos pulverizando las cifras de muertos, tullidos, apartados. Hay vida después de la silla, pero esa dignidad que se nos quiebra por la espalda a veces cuesta recomponerla.

Curiosamente, el miedo al guardián, el temor a la dureza de las sanciones, por impopular que resulte decirlo, por políticamente incorrecto, sigue siendo más eficaz que cualquier escena de realismo trágico. Como si el único enemigo cierto fueran la guardia civil y los radares. ¿Cuándo se han visto intercambio de luces entre los conductores para alertar ante una curva peligrosa? Sin embargo es uso frecuente avisar con un guiño de faros de la presencia de picoletos.

Las campañas no son del todo eficaces porque las verdades no son más ciertas cuando se repiten hasta el hartazgo o se presentan con mayor crudeza. Discutimos más el valor cinematográfico de los anuncios que la necesidad imperiosa de cambiar los hábitos viales. La evidencia de los muertos y los tullidos no requiere matices, sino respuestas. La lluvia, la mala pavimentación, la afluencia masiva, los puntos negros...repartir la culpa en lugar de aclarar, confunde.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Mientras el ministerio del ramo competente va adecentando las carreteras nos queda el miedo a la multa y el estricto cumplimiento de las normas, que en asuntos de velocidad las mayores conquistas no son otras que la muerte, la ceguera, la hemiplejia ... esa paradójica búsqueda de sensaciones límites que nos acaba acotando el propio terreno, conduciéndonos al aislamiento.

Hay trayectos sin retorno que más vale emprender nunca que tarde, salimos a veces para llegar al fin del mundo y regresamos perplejos, pasmados ante la simple visión de una escalera.

Gonzalo Rivas Rubiales es secretario general de la Confederación Andaluza de Minusválidos Físicos (CAMF)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_