España prima el comercio exterior sobre los derechos humanos, según Amnistía
'Suben los intereses económicos, bajan los derechos humanos'. A esta conclusión ha llegado Amnistía Internacional (AI) en su último informe sobre la política exterior española a lo largo del año 2000. En palabras de la presidenta de la sección española de AI, Eva Suárez-Llanos -quien presentó ayer en Madrid el informe-, en la política exterior del Gobierno de José María Aznar 'pesan más los intereses económicos que los derechos humanos', y aseguró que España se queda atrás con respecto a otros países de la UE, al limitarse a practicar 'una política de mínimos'. Pasividad, falta de iniciativa, incumplimiento de sus compromisos y no haber concretado ningún objetivo específico para defender los derechos humanos fueron otras de las acusaciones vertidas.
El informe revela que, a lo largo de 2000, Aznar y el ministro de Exteriores, Josep Piqué, establecieron 'relaciones privilegiadas' con países como China, Colombia, Guinea Ecuatorial, Rusia o Argelia, todos ellos Estados donde los derechos humanos se encuentran gravemente comprometidos.
El informe analiza la exportación de armas de España a países con regímenes que no cumplen los derechos humanos, como Sierra Leona, Turquía y Arabia Saudí.