Cogida muy grave de El Califa
El Califa resultó cogido de gravedad cuando lidiaba su primer toro. Fue en el tercer pase de la segunda tanda de derechazos que interpretaba cuando el animal, a mitad del viaje, le alcanzó el muslo derecho y lo levantó hasta caer sobre las astas del toro, que le lanzó la cornada. El mismo torero supo de la gravedad del percance pues nada más incorporarse se encaminó él solo cojeando hacia le enfermería ayudado poco después por sus compañeros. De su pierna manaba abundante sangre cuando fue retirado.
Los médicos le estuvieron atendiendo bajo anestesia general durante más de hora y media. El cirujano jefe de la plaza de toros de Córdoba, Eugenio Arévalo, confirmó el pronóstico de muy grave, de las lesiones producidas. Según este mismo facultativo, el torero deberá permanecer hospitalizado en Córdoba al menos cuatro días y estará de baja unas cuatro semanas. Los médicos no temen, salvo infección, que empeore la situación del torero. El Califa fue evacuado dos horas después del percance al hospital de la Cruz Roja. En la corrida estuvo presente su padre, que se había desplazado a Córdoba para ver a su hijo y para almorzar con Manuel Benítez, El Cordobés, que fue padrino de la alternativa de este torero el 1 de mayo de 1996, en la plaza de toros de Xátiva (Valencia).
Borrero / Califa, Moreno, Fandi
Toros de Carmen Borrero, mansos los tres primeros, nobles 4º y 5º; por lo general sin fuerzas. El Califa: fue cogido en la lidia de su primer toro. José Luis Moreno: silencio; aviso y silencio; oreja. El Fandi: ovación y salida al tercio; oreja; ovación y salida al tercio. Enfermería: El Califa fue asistido de una cornada en el muslo derecho que tuvo dos trayectorias, de 16 y 14 centímetros, que provocaron destrozos musculares importantes, si bien no afectó a la femoral y a otros vasos. Pronóstico muy grave. Plaza de Los Califas, 22 de mayo. 2ª de abono de feria. Un cuarto de entrada.
El parte facultativo señala que El Califa sufrió una cornada en el tercio medio de la cara interna del muslo derecho, con dos trayectorias de 16 y 14 centímetros, provocando graves destrozos musculares y dejando al descubierto el paquete vascular nervioso, se le hizo una hemostasia, recomponiendo toda la parte del muslo, y se dejaron dos drenajes, uno por cada herida.
Así las cosas, el festejo quedó reducido a un mano a mano entre José Luis Moreno y El Fandi, que se las vieron con un encierro complicado en su primera parte, en la que los toros sacaron mansedumbre y se mostraron peligrosos y algunos embistiendo al paso. Moreno fue el encargado de matar al toro que cogió a El Califa.
Tiene este torero cordobés mala suerte con la espada, que ya le ha hecho perder trofeos después de haber cuajado faenas de interés a toros de ganadería de renombre. En el segundo de su lote, Moreno hizo una faena seria ante un animal probón que se negaba a pasar y que buscaba al torero a la salida de cada muletazo. Con el tercero, quinto de la tarde, Moreno sacó una tanda de naturales ejecutados con profundidad y aguantó valiente un parón de la res antes de salir de la muleta. Faena elegante, puede decirse, y como esta vez acertó a tumbar al toro a la primera, el público le premió con una oreja.
Lo mejor de la actuación de El Fandi fueron las tres estocadas con las que mató a otros tantos toros. Tres estoconazos ejecutados a ley. Con su primero apenas acertó a sacar algo provechoso. Su toro desarrolló peligro y no le dejó hacer el toreo. Con el segundo fue muy aplaudido en banderillas y le hizo a este toro noble una faena sin emoción. En el que cerró plaza, El Fandi vio en dos ocasiones cómo su enemigo le ponía los pitones en la cara. Tampoco pudo hacer nada en esta ocasión.
Babelia
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