La ilusión viaja en autocar

Paquita Calatayud, de unos sesenta años, acudió ayer al paseo de la Alameda a despedir a sus hijos, que salían en autocar hacia Milán. '¡Uy!, de EL PAÍS. Nosotros conocemos mucho a Cayetano Ros. Le oímos en la Taula Esportiva ', contesta Paquita cuando el periodista se presenta. Su expresión denota tristeza: no tiene entrada para final. 'Yo estuve en Múnich hace cinco años, en la Copa de la UEFA ante el Bayern. 28 horas en autobús. También en Sevilla, en la final de la Copa del Rey de 1999. Pero ahora no tengo entrada', cuenta Paquita, de la peña Ruzafa 9 de octubre. Emilio Bonilla, uno de sus hijos, sí tiene entrada. También mala uva. '¡Cómo que si lo celebraremos si el Valencia gana! Vamos a ganar seguro. Mira, la cerveza, el güisqui, el champán...'. Emilio señala el maletero de uno de los autocares -en total más de un centenar- que ayer partió rumbo a Milán cargado de hinchas del Valencia. Unas 18 horas para recorrer los 1.300 kilómetros que separan Valencia de Milán.

'Nosotros no paramos para nada. Vamos directamente. Hay gente, los que salieron de madrugada, que sí duermen por el camino', cuenta Yolanda Sampedro, que ya estuvo en la final de París. '¡Ay!, estoy muy nerviosa, nos falta uno, nos falta uno', dice Yolanda mientras escudriña la Alameda en busca del único miembro de la peña Tuéjar que falta. 'Vamos siete, pero aún falta por llegar uno. No sabemos dónde está', afirma José Manuel Moreno, también de la peña, a la que le correspondieron seis entradas, el mismo número que al resto.

A las 6.00 comenzaron a salir autocares hacia Milán y siguieron haciéndolo de forma escalonada hasta las siete y media de la tarde desde distintos puntos: la Alameda, la Avenida de Francia y la calle de Hospital. En total, unos 5.500 aficionados entre eufóricos y expectantes. 'Estoy seguro de que este año vamos a ganar. Ya lo dijo Cañizares el otro día: 'Vamos a Milán a trabajar'. No como fueron el año pasado a París, donde no había más que ver la cara que puso Angulo cuando salió al estadio de Saint Dennis. Le temblaban las piernas. Yo dije: 'mal rollo'. Este año es otra historia', anuncia otro de los hijos de Paquita Calatayud.

Un buen número de los 23.000 aficionados valencianistas que se desplazan a Milán viajarán en automóviles particulares. Esta opción la han escogido casi 7.000 aficionados, pues 9.500 lo han hecho en avión, 5.500 en autocar y unos 1.400 en los dos trenes que partieron ayer desde la estación de Renfe en Valencia.

La ciudad se prepara para una noche de euforia con la calle como escenario para la fiesta. La efervescencia social con la que se vive el encuentro ha hecho que las fuerzas de seguridad diseñen operaciones especiales, informa Lydia Garrido. La Policía Local tendrá 200 agentes, además de los de servicio ordinario, encargados del mantenimiento del orden y la regulación del tráfico en los puntos de la ciudad donde se concentrarán los aficionados (estadio del Mestalla, Plaza de Toros, Plaza del Ayuntamiento), zonas que quedarán cerradas a la circulación y en las que el estacionamiento no se permitirá a partir de las 18.00 horas. Por su parte, la Policía Nacional se encargará de la escolta del equipo a su regreso mañana de Milán. El cuadro valencianista llegará al aeropuerto de Manises a las 17.00. La Policía Nacional escoltará al equipo en todos los desplazamientos que realice desde ese momento.