Portas se corona en Hamburgo

Todo el mundo creyó que su proeza había terminado cuando derrotó en semifinales al australiano Lleyton Hewitt. Quizá todo el mundo lo creyó menos él, que acabó celebrando la victoria echándose en la pista central central del Rothenbaum. Albert Portas, el tenista barcelonés, no se dejó impresionar por el abrumador palmarés de Juan Carlos Ferrero, que llegaba a la final de Hamburgo tras 16 encuentros sin perder, y proclamó poco antes de la final: 'Yo saldré a la pista muy confiado'. Y así fue. Tras tres horas y media de partido, Portas se impuso al valenciano en cinco sets por 4-6, 6-2, 0-6, 7-6 (7-5) y 7-5. El final fue dramático: Portas aprovechó la segunda bola de partido y se adjudicó el primer trofeo de su carrera. Ferrero pagó el esfuerzo físico de las últimas semanas y acabó extenuado.

'Éste es el día más feliz de mi vida. Para ganar a Ferrero hay que rozar la perfección', dijo Portas, eufórico, al término del encuentro. La victoria fue un premio a su constancia. A sus 27 años, el barcelonés había llegado hasta ayer a dos finales -Barcelona, en 1997, y San Marino, en 1999- y las había perdido las dos. La espina se la sacó en Hamburgo: salió de la dura fase previa y eliminó en cuartos de final a Alberto Martín; en semifinales a Hewitt -'el mejor partido de mi carrera', dijo- y ayer a Ferrero, intratable esta primavera al haberse adjudicado los torneos de Dubai, Estoril, Barcelona y Roma. Portas, además, lo tenía todo en contra: en las dos únicas ocasiones en que se habían enfrentado a Ferrero -en Casablanca en 1999 y en las semifinales de Estoril este año- no le había ganado ni un set.

Y ayer, sin embargo, le ganó tres. Ferrero encarriló el partido venciendo por 4-6 la primera manga, pero Portas se repuso en la segunda (6-2). Ahí volvió a surgir con rabia el mejor Ferrero, que ganó nueve juegos consecutivos: venció el tercer set por 6-0 y se sitúo con un 3-0 en la cuarta manga. El valenciano tuvo el partido en su saque: se situó a dos puntos de la victoria final con 5-4 y 30-30 en el marcador. Pero Portas no regaló la final: forzó la muerte súbita y acabó ganando el set gracias a una doble falta final de Ferrero: 7-6 (7-5). Quizá su brazo empezó a resentirse de tantas horas sobre las pistas. El quinto set fue épico: Portas recurrió a sus dejadas para forzar el cansancio del valenciano y sobrepasarle después con golpes en paralelo. Ferrero desperdició tres bolas de break, pero el barcelonés superó siempre el momento crítico. No sólo eso: rompió en el duodécimo juego el saque del valenciano y aprovechó la segunda oportunidad para ganar el encuentro.

Clasificado hasta ahora en el puesto número 38 de la ATP, Portas ascenderá hasta la undécima posición. 'Para ganar a Ferrero hay que rozar la perfección. Está haciendo un juego increíble, domina todos los golpes, está haciendo con mucho el mejor tenis y seguramente en el futuro será el número uno. Pero hoy he ganado yo. Quizá de forma agónica, pero con épica. Y por esto estoy satisfecho. Será inolvidable. Iré a Roland Garros confiado', afirmó el barcelonés

Ferrero tendrá hoy el consuelo de ascender a la segunda plaza de la ATP, por detrás de Andre Agassi, aunque no ocultó su agotamiento. El valenciano admitió tras la final que se sentía 'realmente' cansado y expresó su temor de estar arrastrando una lesión. 'Tengo que ver al doctor. No sé si mi lesión se ha producido durante esta semana o en un partido en concreto', afirmó. Pero, de entrada, Ferrero ha decidido parar: el valenciano anunció que no jugará el primer partido de la confrontación contra Australia en la Copa del Mundo por equipos que empieza a disputarse hoy en Düsseldorf. Incluso no descartó darse de baja en el torneo. Ferrero tenía previsto enfrentarse a Hewitt en una reedición del partido que ambos jugaron en la final de la Copa Davis en Barcelona. Su baja la cubrirá Àlex Corretja, y en ese caso Joan Balcells jugaría el otro individual.

Victoria de Dokic en Roma

La joven yugoslava Jelena Dokic (17ª jugadora mundial) se proclamó ayer vencedora del torneo de Roma al imponerse a la francesa Amelie Mauresmo, sexta jugadora mundial, por 7-6 (7-3) y 6-1 en 1 hora y 10 minutos. Dokic, de 18 años, obtuvo así el primer gran triunfo de su carrera a costa de Mauresmo, que había llegado a la final como favorita tras vencer en Berlín, París, Niza y Amelia Island. Pero no pudo con Dokic: 'Jelena ha jugado mejor que yo. Yo no estaba al cien por cien y he acusado el cansancio físico y mental de haber jugado tantos partidos'.