_
_
_
_

Un mal ejemplo

Los trabajadores de la limpieza del aeropuerto de El Prat dieron ayer un mal ejemplo. Su huelga fue predemocrática. Convertidos en émulos de un radicalismo primitivo, arrasaron las instalaciones y pusieron el aeropuerto patas arriba afeando el derecho constitucional a realizar una huelga. En pocas horas, la asepsia elegante de los espacios concebidos por el arquitecto Ricardo Bofill se convirtió en un vertedero. La acción de ayer no sólo supone un mal ejemplo, sino que no sirve para nada y pone a los usuarios en contra de los huelguistas. No todos los huelguistas se pusieron a ensuciar el aeropuerto, pero CC OO debería dar alguna explicación sobre estos hechos. Como reza el dicho popular: No basta con predicar; hay que dar trigo. Y responsabilizarse.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_