ETA ha atacado ya a seis informadores por considerarlos un 'instrumento de guerra'

'Si se lleva a cabo una acción contra uno de esos periodistas, no es una acción contra el periodista y mucho menos contra la libertad de expresión, sino para debilitar al enemigo, para dañar al Ejército español'. En un boletín interno de febrero pasado, ETA bautizó a los medios de comunicación españoles como un 'instrumento de guerra contra Euskal Herria'. Para entonces sus comandos ya se habían puesto a la tarea. En marzo de 2000 colocaron una bomba en el domicilio de los padres del redactor jefe de El Correo Pedro Briongos. El 7 de mayo asesinaron al columnista y miembro del Foro Ermua José Luis López de la Calle. Seis días después enviaron un paquete bomba a Carlos Herrera, de RNE, en Sevilla.

Luego, en noviembre de 2000, llegó el intento de asesinato de Aurora Intxausti, de EL PAÍS, y Juan Palomo, de Antena 3. Tras la desarticulación del comando Barcelona, la policía supo que ETA había intentado matar a Luis del Olmo. En el citado documento, ETA acusaba al entonces ministro del Interior, Jaime Mayor, y a su jefe de gabinete de crear una 'red estable de periodistas-policía para llevar adelante una estrategia mediática contra Euskal Herria'. Les culpaba de servir a la estrategia de Interior para 'la perduración del conflicto', 'intensificar la represión, impedir la negociación y negar los derechos y la existencia del pueblo vasco'. Y decretaba su persecución para que pasen 'de pedir la guerra a pedir soluciones'.