Los jóvenes cristianos, a favor de la 'píldora del día siguiente'
La organización juvenil califica de 'caduco' el actual modelo eclesial
Los más de 200 participantes en el Primer Encuentro de Jóvenes Cristianos de Cataluña acordaron iniciar una campaña de recogida de firmas y reclamar un diálogo con los obispos de Cataluña para lograr 'una Iglesia joven, abierta al presente y al futuro, y que dé cabida a todos'. Los jóvenes pretenden poner el dedo en la llaga en cuestiones que han sido y siguen siendo tabués para la Iglesia y que la alejan, a su entender, del 'mundo presente'.
El manifiesto ha sido entregado a los altos cargos de la Iglesia en Cataluña, pero ninguno de sus representantes quiso hacer ayer declaraciones sobre el texto. Los jóvenes admiten que sus propuestas serán rechazadas de plano por los sectores más conservadores de la Iglesia, aunque aseguran que representantes del ala más renovadora y progresista ya han expresado su apoyo al manifiesto.
En el terreno de la sexualidad, los jóvenes reclaman de la Iglesia una postura 'positiva y abierta' y piden que acepte el uso de 'anticonceptivos no naturales', así como la controvertida píldora del día siguiente, cuya comercialización ha sido duramente criticada por altos representantes eclesiales en los últimos días. 'La Iglesia debe comprender las situaciones en las que la gente puede encontrarse y que le puede provocar problemas', dijo ayer uno de los organizadores del encuentro, Jaume Llansó, para justificar la necesidad de que la Iglesia acepte el uso de anticonceptivos, incluida la píldora poscoital.
'Las relaciones sexuales deben entenderse como un símbolo de entrega y amor a la pareja', señala el manifiesto, que reclama también la 'comprensión' de la Iglesia ante los nuevos modelos familiares, sin exlusión alguna. 'Las parejas de hecho o las formadas por homosexuales o lesbianas constituyen nuevos modelos de familia que se están dando en la sociedad y a los que la Iglesia no puede dar la espalda', afirma Jaume Llansó.
En su manifiesto, los Jóvenes Cristianos denuncian la 'discriminación que, por razón de sexo, sufren las mujeres' por parte de la jerarquía eclesial, que las mantiene 'apartadas' y no les permite 'desarrollar su carisma y vocación'. 'La Iglesia somos todos, incluidas las mujeres, que deberían poder optar al sacerdocio', señala Llansó.
Democratizar la Iglesia
La 'falta de vocaciones', según los jóvenes cristianos, debería hacer reflexionar a la Iglesia, que, afirman, 'tarde o temprano deberá escuchar el sentir de una generación nueva que ve las cosas de otra manera'.
La necesidad de 'democratizar' la jerarquizada institución eclesial es otra de las cuestiones abordadas por la organización juvenil, que apuesta por la participación de los fieles, 'en tanto que forman parte de la Iglesia', en la elección de los obispos, entre otros cargos.
Las críticas de los jóvenes cristianos se han dirigido también a la vertiente social de la Iglesia. 'La doctrina social es positiva, pero la Iglesia debe ser coherente y aplicársela a sí misma', afirma Llansó. Los jóvenes aplauden el liderazgo de la Iglesia en campañas como la que el año pasado se organizó para reclamar la condonación de la deuda externa que los países subdesarrollados mantienen con los países ricos. 'Se hizo una campaña positiva de concienciación, pero ahí acabó todo, cuando lo que se debería hacer es seguir insistiendo a los gobiernos de los países desarrollados', señala el portavoz de los jóvenes cristianos.
El punto del manifiesto relativo a la posición de la Iglesia ante la inmigración es uno de los pocos que no van acompañados explícita o implícitamente de una crítica a la institución eclesiástica. El apoyo de las parroquias de Barcelona a los inmigrantes sin papeles durante el masivo encierro de principios de año ha sido analizado positivamente por la organización juvenil, que destaca el 'enriquecimiento mutuo' que debe suponer la llegada de inmigrantes. 'Más que pretender su integración o asimilación, debemos plantearnos qué nos pueden aportar', señalan los jóvenes.
Abrir la liturgia a 'los medios expresivos de la cultura contemporánea', y fomentar el diálogo entre las distintas religiones son otras de las peticiones contenidas en el manifiesto. En el encuentro participaron representantes de otras confesiones y de colectivos de homosexuales y lesbianas, de drogadictos y de seropositvos, entre otros. Sus posiciones fueron recogidas en el manifiesto, que fue aprobado tras un largo debate.
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