'No voy jugando a la contra para ver qué es lo que nadie canta'

Arcángel, el joven cantaor onubense que fue una revelación en la Bienal de Flamenco de 1998, ha tenido suerte hasta con su apellido. Al oír su nombre, cualquiera pensaría que se lo puso un flamenco viejo porque canta cómo los ángeles. Nada de eso, Francisco José Arcángel Ramos nació con esa voz y ese nombre hace 24 años. El cantaor ha conseguido lo que pocos con su edad: el aplauso de colegas, público y crítica. Arcángel, mimado por artistas tan importantes como Carmen Linares, Manuela Carrasco, Mario Maya y Eva La Yerbabuena, ha fichado por una discográfica internacional, Virgin, y mañana presentará su primer álbum en el teatro Imperial de Sevilla.

Pregunta. Usted no procede de una familia ni de un entorno flamenco, ¿de dónde nace tanta afición?

Respuesta. Creo que por generación espontánea. Escuchaba flamenco en la radio y cantaba todo lo que oía. Con 10 años me presenté en Huelva a un concurso infantil de fadangos, en la peña La Orden, y me dieron el primer premio. Eso me animó.

P. ¿Qué pensó cuando le dijeron que había ganado el concurso?

R. Lo que me iba a comprar con las 15.000 pesetas del premio: un radiocasete para escuchar flamenco cuando yo quisiera. No me planteé nada más.

P. Antes de triunfar en la Bienal de Flamenco de 1998, con su participación en ocho espectáculos, Carmen Linares ya lo había descubierto...

R. Sí, hice coros para ella en 1995 en el espectáculo La Parrala. Terminé COU y, desde entonces, me dedico sólo al cante; aunque ya cantaba como profesional con 16 años.

P. En la última Bienal, la de 2000, usted se reservó sólo para dos montajes aunque tenía otras ofertas importantes cómo las de Javier Barón, Pilar Távora y Manuela Carrasco.

R. Fue un problema de tiempo. Estaba haciendo otras cosas y no hubiera podido ensayar; así que canté sólo con los espectáculos de Ortiz Nuevo y La Yerbabuena.

P. ¿Ha recuperado algún cante antiguo en Arcángel, su primer disco?

R. La trilla de Alosno, que es un cante que está en desuso. Pero no lo hago por eso, sino porque me gusta. No voy jugando a la contra para ver qué es lo que nadie canta y hacerlo yo.

P. ¿Qué ha sido lo más difícil de su primera grabación?

R. No caer en la frialdad del estudio, ni buscar una excesiva perfección. Las cosas deben ser naturales y calentitas.

P. Hay quien cree que los jóvenes comienzan muy pronto sus carreras en solitario.

R. Los años de experiencia no vienen nada mal. Pero si te pasas muchos años cantando para el baile, la gente te encasilla y cree que no puedes hacer otras cosas.