'El número de alumnos no puede ser la base de la financiación de las universidades'
Pregunta. A pesar de las polémicas en torno a la Universidad Miguel Hernández, usted se ha mostrado reacio a la polémica y bastante prudente. ¿A qué obedece esta actitud?
Respuesta. Procuro, tanto en mi vida personal como institucional, causar el menor conflicto posible e intentar resolver el conflicto dialogando. Como aquí decimos, tenim que parlar.
P. Rompió su silencio en la inauguración del curso al clamar en su discurso 'qué delito cometí contra vosotros naciendo'.
R. En una ceremonia de inicio de curso nos dirigimos a toda la sociedad, y hay que decir lo que se ha hecho, lo que estamos haciendo y cómo lo hacemos. Cuando se ponen en duda cosas que se han hecho, considero que uno debe salir y explicarlo.
'Que haya personas disconformes es razonable. Las unanimidades son sospechosas'
P. En la Facultad de Medicina empiezan a escucharse voces críticas. ¿Le preocupa?
R. Siempre me preocupa que un profesor, aunque sólo sea uno, esté incómodo o disconforme.
P. ¿El conflicto está magnificado?
R. Sólo conozco lo que dicen en las reuniones de departamentos y los jefes de servicios. Y no es la opinión generalizada. Que haya personas que muestren su disconformidad es razonable, las unanimidades son sospechosas.
P. En Medicina hablan de falta de democracia interna y transparencia en la gestión. ¿Llevan razón?
R. Estoy viendo que los argumentos de los candidatos al rectorado de la Universidad de Alicante también dicen cosas parecidas. Pero creo que no es así y que estamos haciendo un esfuerzo notable para contar con todos. La relación que aquí se mantiene con los directores de departamentos y con cualquier profesor es mucho más estrecha que en otra universidad, porque éste es un centro más pequeño.
P. Algún profesor de Medicina dice que tiene miedo.
R. Yo no lo creo, aunque no hay que olvidar que el miedo es una percepción subjetiva.
P. ¿Optará a rector cuando acabe el periodo preestatutario?
R. Cada momento tiene su afán, cuando llegue ese día veremos, todavía quedan meses.
P. Sin Andrés Pedreño, ¿las relaciones con la Universidad de Alicante serán más cordiales?
R. Siempre he dicho que nosotros, y yo personalmente, tenemos una magnífica relación con los colegas de la Universidad de Alicante, similar al resto de las universidades valencianas. Todos los días se plantean actividades conjuntas, que no se anuncian, pero ahí están. Creo que la relación será fluida y positiva.
P. ¿Descarta que una universidad viva de espaldas a la otra?
R. Es que nunca nos hemos dado la espalda, eso no es verdad.
P. ¿Cómo valora el proyecto de reforma de Consejos Sociales?
R. Sé que soy el único que dice que no le parece mal, aunque habrá que afinar en algunas cosas y resolver algún pequeño conflicto que pueda surgir.
P. ¿Como por ejemplo?
R. Es un sentir común que la presencia de la sociedad en la universidad no era suficiente y esta propuesta implica mayor presencia social.
P. ¿No hay un exceso de politización en la propuesta?
R. No más que ahora. Y, si nos detenemos en la representación, es la misma pero desarrollada. El problema estriba en saber quién tiene más representación, los académicos o la parte social. Si entendemos que la universidad sólo son los académicos, eso es difícilmente complatible con las nuevas tendencias e informes que indican una necesaria colaboración con el entorno social. Eso limitará el poder de los académicos, pero tampoco hay que asustarse.
P. ¿Por qué?
R. Es importante subrayar que en la libertad académica no debe existir ninguna limitación, pero limitar la gestión en una universidad es distinto y no me parece mal que se nos fiscalice.
P. ¿Y la reforma de LRU?
R. Aborda problemas pendientes. Por ejemplo, la selección del profesorado, que con el currículo en la mano del docente la Universidad elegirá a quien más le interese. Es un sistema de selección más imparcial y otorga más autonomía a la Universidad para contratar. En este sentido, salimos ganando.
P. La elección del rector será directa. ¿Le parece bien?
R. Cuando concurrí a las elecciones en Alicante ése era el sistema. Si el rector lo elige toda la comunidad universitaria es más participativo y el respaldo será mayor.
P. ¿Cambiaría algún aspecto?
R. La definición de los cuerpos de profesores, aunque estamos hablando de un informe preliminar. Deberíamos ir a una estructura de los cuerpos docentes no relacionada con su facultad o escuela. Luego, la ley debería permitir a las universidades establecer una carrera donde se pueda progresar con fluidez. Otro gran problema es el de la investigación, hay que articularlo bien.
P. ¿En qué sentido?
R. Estamos ante una gran indefinición sobre el papel que juega la investigación en la universidad. Los propios decretos hablan de personal docente e investigador, pero si uno no quiere investigar no pasa nada y si otro investiga mucho y bien, no tiene compensación alguna. La universidad debe tener capacidad de decidir, y el nuevo sistema de financiación debe tender a que una persona pueda dedicarse sólo a investigar y otro sólo a docencia porque es lo suyo. Investigación y docencia deben ir unidos, pero no tiene por qué ser la misma persona.
P. ¿Qué cambiaría del sistema de financiación?
P. El sistema de financiación no puede estar basado en el número de estudiantes, es un indicador muy grueso.
P. Pero eso en cierta medida se ha modificado.
R. Sí, pero poco, hay unos objetivos de calidad pero porcentajes muy pequeños, el grueso del sistema continúa siendo el número de alumnos, y por eso las universidades se resienten tanto.
P. ¿Qué nuevos parámetros introduciría?
R. La investigación, sin duda, pero también los servicios e informes técnicos que la Universidad ofrece a la sociedad.
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