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Reportaje:

La aventura de Nicolás

Un niño de tres años deambula dos horas perdido por Centro, semidescalzo y a medio vestir

Nicolás, de tres años, deambulaba ayer cabizbajo calle arriba, calle abajo, por la de Embajadores. Se le había salido la bota, de cuero negro, del pie izquierdo y la llevaba en la mano. Entre que tenía el calcetín empapado y que iba en camiseta a primera hora de la mañana, 'estaba congelado de frío'. Helena, la dependienta de una tienda de moda infantil de la calle del Duque de Alba lo recogió y se hizo cargo de él durante algo más de hora y media. 'Se devoraba los bollos y estaba con mucha hambre y mucho frío', explicó la mujer.

Helena entregó al pequeño a la policía, que, a su vez, lo trasladó a un centro de menores de la Comunidad para que se hicieran cargo de él. Los padres del pequeño, inmigrantes ecuatorianos, acudieron al centro de Hortaleza a recogerle en la tarde de ayer. En su declaración a los agentes del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía aseguraron que lo habían dejado al cuidado de unos amigos y que fue a ellos a quienes se les perdió el pequeño.

Nicolás tiene el pelo moreno, con un corte casero, a tazón. Una inmigrante marroquí que caminaba por la plaza de Cascorro ayer a las 10.30 se percató de que el pequeño caminaba solo, sin rumbo, perdido. Al cogerlo, el niño no dejaba de señalar una tienda de moda infantil de la calle del Duque de Alba. Entraron y la dependienta, Helena C. L., de 26 años, con tres sobrinos, se hizo cargo de él: 'Venía encogido de frío, con una bota en la mano, el pie empapado y con los pantalones sucios porque se había hecho sus necesidades encima. No llevaba calzoncillos'.

Se comió seis bollos

Helena le preguntó dónde estaba su madre: 'Mi mamá... Ecuador', me respondió', recuerda la dependienta. Helena le limpió y le cambió de ropa. 'Cogí un pantalón de chándal, un polo de manga corta y un jersey de pico de la tienda y le vestí. Luego abrí un paquete de seis donetes y se los comió todos. No dejó ni uno', comentó Helena.

Cuando Nicolás ya había entrado en calor, Helena se lo llevó a la calle a ver si encontraban a la madre o al padre. 'Fui preguntando por la plaza de Cascorro y varios transportistas que descargaban allí me dijeron que el chaval llevaba horas dando vueltas por la plaza solo'.

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No encontraron ni rastro de los padres, así que volvieron a la tienda. Nicolás no se separaba de Helena. Le cogió una mano y no la soltaba. Helena llamó a la policía para denunciar que el chaval estaba perdido. Llegó una patrulla de la Policía Municipal, pero el niño no quería irse con los agentes. 'Se me lanzaba y me abrazaba para quedarse. Le tuve que decir que los policías eran mis amigos para que se metiera en el coche patrulla', explicó.

Los agentes municipales llevaron al pequeño al Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía. De allí le trasladaron al Centro de Acogida de Menores, en la calle de Valdetorres del Jarama (distrito de Hortaleza).

Por fin, sus padres acudieron al citado centro para recoger al pequeño Nicolás. Agentes del Grume les interrogaron para ver qué había pasado con su hijo, y ellos respondieron que habían dejado al pequeño con unos amigos porque se tenían que ir a trabajar y que fue a ellos a quienes se les extravió el chiquillo.

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