'El cálculo de la subvención se hará a partir de datos públicos y auditables'

Las universidades valencianas entendieron hace ya cuatro años que, superada la etapa de masificación y crecimiento demográfico, la competencia vendría dada por la calidad de su funcionamiento y de los resultados. La calidad, según reza el documento Sistemas para la aplicación de la subvención por objetivos que la Dirección de Universidades aún no ha públicado, se ha convertido en 'la pieza clave del desarrollo estratégico'.

La aplicación del plan de financiación ligado a los 19 indicadores constituirá un instrumento político eficaz al convertirse, además, en 'la primera información sistematizada sobre el funcionamiento y los resultados de las universidades valencianas' de cara a la configuración de un Sistema de Información común, que permita planificar y tomar decisiones del sistema universitario público valenciano con un horizonte vista y en base a criterios objetivos. La mayor objetividad del programa consiste, precisamente, en que 'el cálculo de la subvención se realiza a partir de datos públicos y auditables'. Con esta nueva fórmula de supervisión del cumplimiento de los objetivos financiados las universidades valencianas se sitúan entre las instituciones públicas más auditadas, tras superar anualmente una auditoría interna y dos externas (de la Intervención General de la Generalitat y de la Sindicatura de Cuentas). El resultado de éstas últimas, sin embargo, ha puesto de manifiesto contradicciones entre las auditorías realizadas por el Consell y las del síndico. Un dato que contradice la decisión de modificar la Ley de Consejos Sociales para hacer más transparente la gestión universitaria y mejorar la calidad, argumento al que han recurrido los presidentes de los consejos sociales de las universidades, al calor de las exigencias de rendición de cuentas exigidas reiteradamente por el Gobierno de Zaplana.