La 'nueva economía'

Como economista, siempre he criticado la política del despido para abaratar costes. He podido comprender los motivos que la causan, pero siempre he considerado que la política de despidos masivos es la solución patentada y más fácil. Con su uso nadie se preocupa de buscar soluciones alternativas o más creativas. Cuando se toma esta decisión, como estamos viendo en estos últimos días, además, surgen varios fenómenos de carácter negativo; el primero de ellos es que todas estas personas y sus familias (de las cuales la gestión empresarial suele olvidarse demasiado a menudo) van a dejar de 'consumir' por motivos obvios. Todo ello aderezado por el desánimo que se hace patente en los mercados financieros y en el consumo. Lo más triste en estos días es que esta ola masiva de despidos en muchos casos se produce en empresas que ni siquiera arrojan pérdidas, sino que han visto reducidos sus beneficios con respecto al año anterior. Parece que nos hemos contagiado de la fiebre bursátil americana, en cuya economía todo parece ir encaminado al valor de las acciones en la Bolsa, olvidándonos completamente que las empresas deben crear riqueza, y que esta riqueza debería repercutir en el máximo número de individuos, aunque se la tengan que ganar con su trabajo, y que el empleo genera riqueza para las naciones. Todas estas decisiones llevan todo el camino de convertir un simple 'resfriado' en una grave 'pulmonía'.-