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La fortuna sonríe a Schumacher

Una avería de Hakkinen en la última vuelta sirve en bandeja el triunfo al piloto alemán de Ferrari

El Circuit de Catalunya, en Montmeló, vivió ayer uno de esos episodios que ofrece el deporte de vez en cuando para la memoria colectiva. Estaba cubriendo el finlandés Mika Hakkinen (McLaren) la última vuelta del Gran Premio de España como líder, con una ventaja cómoda de 42 segundos sobre el alemán Michael Schumacher (Ferrari) y pensando ya en las celebraciones y las dedicatorias. Pero, de repente, el embrague de su bólido expiró y le dejó tirado casi a la vista de la bandera de cuadros. Y Schumacher hizo suya una carrera que no le tocaba ganar. A menos de una vuelta de la meta, a cinco curvas y escasos tres kilómetros y con apenas un minuto por delante de rodar, Hakkinen vio arruinada una faena impecable al volante y en la pizarra. Lo que parecía una merecida tarde de gloria para el nórdico, para McLaren y para Mercedes se tornó en algo gris, como el humo que envolvió su coche. Su monoplaza plateado se rindió cuando sólo le quedaba un último esfuerzo, cuando el trabajo difícil de seguir a Schumacher, el campeón vigente, primero; de presionarle, después, y de distanciarle, al final, estaba ya consumado con éxito. Schumacher se encontró así con un triunfo, el tercero de la temporada y el 47º de su palmarés, que le consolida como líder del Mundial, ya que el escocés David Coulthard, víctima de un problema al arrancar, quedó el quinto y ahora está a 12 puntos. Para el germano fue una victoria tan inesperada que la festejó a lo grande después de acercarse a Hakkinen y consolarle al oído. Al finlandés le sirvieron de poco las palabras de su rival porque los fríos números le dejan sin ningún triunfo en el año, noveno ayer y con sólo cuatro puntos en el casillero del campeonato después de las cinco primeras pruebas. Su único consuelo fue que esta vez sí había sido capaz de superar tácticamente al maestro de la estrategia. Sólo su mala fortuna le privó de ser quien subiera al peldaño más alto del podio para recoger el trofeo de manos del rey Juan Carlos. Hasta el decisivo y dramático momento de la última vuelta, Hakkinen había dado una lección a lo Schumi, invirtiendo los papeles habituales. De la misma manera que el alemán acostumbra a batirle gracias a un mejor planteamiento de las carreras y tomando decisiones más acertadas, en esta ocasión fue el finlandés quien dibujó la carrera perfecta. De acuerdo con su equipo, retrasó al máximo el segundo repostaje y eso fue lo que le dio ventaja. Antes de la segunda parada, Schumacher era primero con alrededor de un segundo de margen. El piloto de Ferrari se detuvo en la zona de talleres en la 43ª vuelta, dejando a Hakkinen en cabeza, y éste, en vez de pararse enseguida, prefirió esperar siete vueltas más para tratar de hacer crecer su ventaja sobre el alemán. Efectivamente, cumplió el plan a la perfección y, al volver a la pista, seguía siendo el primero. Después aumentó poco a poco su renta favorecido por un problema de neumáticos de Schumacher hasta que el embrague de su McLaren explotó. 'Es muy decepcionante', reconoció Hakkinen; 'no podía creer lo que me estaba pasando. Como la avería fue en la subida y me quedé sin cambio de marchas, era imposible llegar hasta la meta'.

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Por su parte, Schumacher comentó: 'Me sabe mal por Mika y hasta me da un poco de vergüenza estar en lo más alto del podio, pero ésta es la dura ley de las carreras'.

A su lado, en la ceremonia de los vencedores, se colocaron el colombiano Juan Pablo Montoya (Williams), que se estrenó en el podio, y el canadiense Jacques Villeneuve , que retornó a él tras casi tres años de ausencia. Cuarto fue el italiano Jarno Trulli (Jordan) y quinto Coulthard, autor de una brillante remontada desde la última posición que ocupó en la parrilla por culpa de una avería en la vuelta de formación. El escocés fue quien recogió a su compañero Hakkinen y le devolvió al garaje al final.

Mika Hakinnen, en el Gran Premio de España de Fórmula 1.
Mika Hakinnen, en el Gran Premio de España de Fórmula 1.VICENS GIMÉNEZ

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