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Duato presenta un espectáculo situado entre Oriente y Occidente

El director de la CND vuelve a pedir un teatro para la danza

'Para mí será un día muy especial y una total sorpresa', dijo ayer Nacho Duato al presentar el nuevo espectáculo que la CND2 estrenará en el Teatro de Madrid el próximo sábado y que podrá verse también el domingo y desde el 1 al 6 de mayo. 'Salvo la mía, no he visto ninguna de las coreografías que se han creado para este recital. Me gusta dejar libertad. Que creen por sí mismos. A mí no me necesitan', dijo el director artístico de las dos compañías públicas, refiriéndose no sólo a los 12 bailarines que forman el joven elenco sino también a los coreógrafos que se han encargado del programa.

Duato aprovechó la presentación para pedir un teatro propio: 'Si crear esta compañía, que es un niño superdotado porque llevamos ya más de 40 espectáculos, me ha llevado cinco años de mi vida, para tener un teatro propio tal vez necesite 10. Y no pido nada muy grande, tan sólo un espacio de unas 1.000 butacas y un escenario. No lo quiero para mí, sino para la danza, y espero conseguirlo porque si no terminaré por dejarlo', afirmó. Además, se quejó del trato que se le ofrece a su compañía en escenarios como el del Teatro Real. 'El Real siempre pone problemas, nos dan espacio pero como a lo que sobra. Después de esta temporada, estaremos 22 meses sin danza en el Real y no precisamente por falta de tiempo, sino por falta de interés'.

Cuatro títulos

Para comenzar la velada de este espectáculo se ha escogido una creación de Patrick de Bana, bailarín principal de la CND y asiduo inventor del taller coreográfico puesto en marcha por Duato. Tony Fabre, adjunto a Duato en la dirección de la CND2, la definió como 'una obra fresca, llena de color y alegría en la que los niños demuestran todo lo que son capaces de hacer'. Maktûb, título de la obra que estrenó la CND2 en Santander el pasado febrero, representa una boda zíngara con música árabe-andaluza de los siglos X a XII. La segunda de las obras es un trabajo de Yoko Taira, asistente de coreografía de Duato en la CND. Érase una vez... se inspira en la música tradicional japonesa para crear lo que Duato definió como 'una obra ingenua y sensible salida del taller coreográfico'.

La aportación del director artístico de la compañía al espectáculo será Sinfonía india, obra con música del mexicano Carlos Chávez estrenada por el Nederlans Dans Theater en 1984. El neoyorquino Nicolo Fonte, antiguo bailarín de la CND, finalizará la noche con Halos, una obra que surgió después de una visita del coreógrafo al madrileño Museo Thyssen. 'Es una pieza intensa en la que se mezcla lo religioso con el peligro en una explosión de energía', dijo Fonte. Tanto la obra de Fonte como la de Taira se presentan en riguroso estreno.

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