De la cuna al 'green'
Luis Serrano, un niño de cinco años admirador de Woods, juega desde los nueve meses y su calidad asombra a todos
Con pañales y chupete, Luis Serrano empuñó por primera vez un palo de golf a los nueve meses. No sabía hablar y apenas se mantenía en pie, pero ya dio su primer putt sobre la alfombra de su casa. Ahora acaba de cumplir cinco años y juega con total naturalidad. 'A veces se entrena hasta cuatro horas al día. Lo hace como algo normal', dice Eduardo, su padre, jugador aficionado.
Luis ha acudido invitado al Abierto de España, en el campo valenciano de El Saler, y dejó pasmados a todos. Ante el acoso de las cámaras de televisión y los fotógrafos, Luis, más bajito que las mesas de la organización, dio unos golpes fabulosos sobre una superficie de moqueta de gran dificultad para alguien de su edad.
¿Qué es lo que más te gusta? 'Los drives', dice el pequeño con gran desparpajo. ¿Por qué? 'Porque le das muy fuerte a la bola y a mucha distancia'. ¿Y es difícil? 'Sí, no tienes que pegarle al suelo', añade, y se marcha corriendo porque quiere hacer pipí.
'No sé qué piensa cuando juega, pero se pone serio y se concentra mucho', dice, asombrado, su padre. 'Llevo 26 años jugando al golf y nunca en mi vida he visto una cosa igual', afirma Macarena Tey, su entrenadora particular. 'Es increíble lo que hace. Por su mentalidad, parece que le estés dando clases a una persona mayor. Tiene unas facultades mentales impresionantes', añade Macarena, campeona de España infantil cuando tenía 13 años. Lo atípico del caso no es sólo la precocidad de Luis, sino su innata calidad para conectar los golpes. 'Adopta posturas impensables', dice su padre, quien recientemente le llevó a su primer torneo, cerca de La Moraleja, en Madrid. Luis cubrió nueve hoyos con 40 golpes, alcanzó cinco greens de salida y quedó el sexto, por delante de varios niños de hasta 15 años.
La destreza de Luis le ha llevado a ser protagonista de casi una decena de reportajes televisivos. Cuando se vio en el primero, giró rápidamente la cabeza hacia sus padres y les preguntó enfadado: '¿Por qué no me habéis llamado Tiger?' Y es que Luis es un gran admirador de El Tigre. 'Es el mejor', dice. De hecho, mientras los demás niños de su edad se vuelven locos con las aventuras televisivas de Pokémon, él cena cada noche viendo la grabación del Masters de Augusta que Woods ganó en 1997. 'Lo ha visto más de 70 veces. Se lo sabe de memoria', dice su padre.
'Creo que voy a ser un gran jugador. Es lo que me gusta', comenta Luis, cuyo caso no es el único de niños prodigio en el golf. El propio Tiger Woods ya salía a los dos años en la televisión haciendo demostraciones y a los 14 se convirtió en el ganador más joven del campeonato infantil de Estados Unidos. También Sergio García, cuya madre empezó a darle a luz en un campo de golf, ganó con 15 años el Europeo de aficionados.Luis es un niño muy cariñoso -'siempre nos dice que nos quiere mucho', afirma su padre- al que también le gustan la natación y el fútbol. Incluso participó en un torneo con el Rayo, aunque él es del Madrid: 'Mi favorito es Roberto Carlos. Tengo el equipaje completo', concluye el chaval.
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