Sabor amargo de la esclavitud
En el momento de escribir, todavía no está claro cómo terminará la terrible historia del barco que transporta a más de 200 niños destinados a ser esclavizados. (...) Sin duda alguna, la comunidad internacional debería hacer todo lo posible para ayudar a encontrar a los traficantes que se aprovechan de este comercio humano. (...) Pero éste es un problema más amplio que debe ser afrontado. Históricamente, las potencias coloniales han estado implicadas en el tráfico de esclavos, especialmente en África occidental. Y esa tragedia ha vuelto a resurgir en época reciente. (...) En determinadas zonas de África occidental, era normal que los niños abandonaran sus aldeas para realizar un aprendizaje por el que recibían una paga, antes de regresar a casa. Puede que tenga sus ventajas, (...) pero el aumento de la nueva esclavitud infantil modifica la confianza en ese sistema. Responsables de Unicef han afirmado que el problema del tráfico de niños es hoy 'muy normal' en la región; muchos niños esclavos trabajan en las plantaciones de cacao. Los empresarios de Occidente pueden hacer mucho para erradicar esta práctica. Como ha pasado con la utilización por marcas como Nike de mano de obra del Tercer Mundo, debería ser posible asegurar que el chocolate no es un producto de la esclavitud. (...) A pesar de las llamadas por parte de organizaciones como el Comité Internacional contra la Esclavitud, el resto del mundo ha cerrado los ojos ante el problema. Si de este trágico episodio se deriva algo positivo será, finalmente, un cambio de esta actitud.
Londres, 17 de abril
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