Siria pone en alerta a 35.000 soldados tras el ataque israelí

La crisis de Oriente Próximo está desbordando las fronteras de Israel y los territorios palestinos. En una grave escalada del conflicto, Siria ordenó ayer el estado de alerta para los 35.000 soldados que tiene desplegados en Líbano y advirtió de que se reserva el derecho a responder contra Israel. Era su respuesta a un ataque israelí contra tropas sirias en Líbano en la madrugada de ayer, que causó tres muertos, seis heridos y la furia de los dirigentes de los países árabes. Era el primer ataque de esa envergadura desde 1982.

'El objetivo fue dejar claro que las reglas del juego han cambiado', declaró el ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer. 'Siria y los palestinos deben entender que hay un nuevo Gobierno en Israel y que, por tanto, las reglas del juego han cambiado', insistió un portavoz de Sharon. 'Se equivocan fuertemente si piensan que la retirada era un signo de debilidad', declaró el portavoz. Israel retiró sus tropas del sur de Líbano hace casi un año. Pero el ataque de ayer, que decidió el gabinete de seguridad israelí tras la muerte de un soldado por un ataque de Hezbolá el pasado sábado, es el primer bombardeo dirigido expresamente contra un objetivo sirio en Líbano desde 1982.

Los dirigentes árabes reaccionaron con dureza ante el nuevo endurecimiento de la política israelí. 'Es una escalada peligrosa que arrastra a la región a una situación muy crítica, mala y grave', declaró Yasir Arafat, líder palestino. 'Es injustificable', dijo el ministro de Exteriores jordano, Abdulilá al Jatib, que precisamente viajó ayer a Jerusalén para intentar promocionar un nuevo plan de paz, estéril tras los últimos acontecimientos.

Siria decretó ayer el estado de alerta para los 35.000 soldados que tiene desplegados en Líbano y se reservó el derecho a responder. Estados Unidos apeló a todas las partes a volver a dialogar. Ayer mismo quedó cancelada una nueva ronda de negociaciones sobre seguridad entre israelíes y palestinos.