El Barça teme el fin de un ciclo

Josep Guardiola, el capitán azulgrana, ha anunciado su adiós y nadie sabe quién será el entrenador -pocos apuestan por la continuidad del actual técnico, Llorenç Serra Ferrer- del Barça la próxima temporada. La macrojunta directiva, la más numerosa en la historia del club, mantiene mientras un clamoroso silencio. La plantilla azulgrana, aún conmocionada, intentó ayer sobreponerse a la noticia de la marcha del capitán sin ocultar su profunda inquietud por un futuro que se adivina incierto y por la sensación de que se agota un ciclo. Todos los jugadores, salvo el caso de Guardiola, tienen contrato en vigor -la mayoría acaba su relación en 2002- pero ayer se reforzó la impresión de que no será el único en marcharse. El vestuario confesó sus dudas de si con Guardiola se cierra algo más que una época.

Fue un sensación de vacío, agrandada por la pasividad de la junta y que vino a paliar Serra Ferrer elogiando al capitán y convencido de que los socios, mañana ante el Zaragoza (21.00 horas, autonómicas y La 2) no le someterán a un plebiscito. 'No creo que sea el único que se marche en junio', dijo un veterano futbolista de la plantilla, consciente de que la directiva desea rejuvenecer un grupo con una elevada media de edad y que ahora quiere renovar los contratos en función del rendimiento. Fuera ya de la Liga, al Barça le quedará pasar el mal trago de resistir los tres meses que restan de competición en la UEFA y en la Copa sabiéndose huérfano y consciente de que sus referentes se agotan.

Además, no sólo está el caso de Guardiola. Rivaldo, junto a Raúl y Recoba el futbolista mejor pagado del mundo, ha dicho mil veces que no se opondrá a un hipotético traspaso si es que la junta no puede mantenerle la ficha. Kluivert, que reclama para ampliar su contrato 750 millones de pesetas por temporada y que ha deslizado que, de no llegar a un acuerdo y en el supuesto de que aterrice un técnico de corte defensivo, estaría encantado de jugar en Inglaterra. El mismo entusiasmo por la Premier League ha mostrado Reiziger. Joan Gaspart, el presidente azulgrana, que está viviendo la conmoción que azota al club esquiando en Suiza, dijo el lunes que los dos delanteros seguirán. Pero su última actuación le ha restado crédito y recuerda, cada vez más, a la política que seguía cuando era vicepresidente en la que, sin rubor alguno, admitía que mentiría las veces que hiciera falta por el bien del Barça.

Todas esas incógnitas se añaden a las negociaciones que mantienen actualmente Gabri y Xavi por mejorar sus respectivos contratos. 'Es un honor que Guardiola considere que soy su heredero natural. Mi ilusión siempre ha sido esa y espero hacerla en un grado superior', dijo el joven medio centro, presumiblemente su sucesor, y que expresó su deseo de ganar la Caopa de la UEFA para que Guardiola complete su vitrina (16 títulos y sólo le falta esa Copa). 'Pero no sé si su marcha profesionalmente me beneficia. El tiempo lo dirá'. Queda, además, un dato crucial: Guardiola era el principal depositario, el principal valedor de la filosofía ofensiva que sembró en el equipo Johan Cruyff. Serra Ferrer defiende también ese estilo pero su futuro, al menos en el banquillo, también pende de un hilo -su contrato como entrenador termina este año, aunque está atado al club como director técnico hasta 2005-. '¿Que qué implicará futbolísticamente la marcha de Pep?', se preguntó Luis Enrique. 'No lo sé, depende de si sigue el actual entrenador o del que venga'. Frank de Boer, el defensa holandés, fue más optimista e insistió en que las raíces no se pueden perder: 'El Barça tiene un estilo y debe mantenerlo. Con Xavi el futuro está asegurado pero también con Arteta (el medio centro cedido al París Saint Germain) o Andrés Iniesta', dijo repitiendo el nombre de este juvenil con un gesto de admiración.

La plantilla, en cualquier caso, fue unánime en algo: mostró sorpresa y un respeto, casi ceremonioso, con la decisión de su capitán. 'La noticia pudo asombrar algo pero se entiende rápidamente',dijo Luis Enrique. 'Es el caso extraordinario de un futbolista que empieza en el club de sus amores y en el que podía retirarse. Pero su decisión es respetable y espero que le vaya lo mejor posible. Todavía puede ganar algún título aquí. Espero que su trayectoria sea recompensada y que salga como se merece'.

No quiso valorar después si Gaspart quedó en entredicho al no acompañar a Guardiola el día de su adiós. 'No voy a entrar por ahí ¿eh?', dijo reprochando la intencionalidad de la pregunta. '¿Si fallaron en las formas?', se preguntó después Xavi, que no hace mucho acusó a la directiva de falta de señorío por haberle comunicado por carta el aumento, ya previsto, de su cláusula de recisión, cuando está negociando su contrato. 'Es algo entre Guardiola y el presidente, que no estuvo por trabajo o vacaciones. Sus motivos tendría'.