El Cachulo dice al juez que sólo quería 'asustar' a su víctima
El juicio contra R. F. R., El Cachulo, el joven malagueño de 18 años que asesinó a puñaladas en mayo de 2000 a un vecino de su barriada que le había reñido horas antes, comenzó ayer en el Juzgado de Menores de Málaga. La vista se celebró a puerta abierta, algo inusual en esta jurisdicción, pero que se ha permitido por haber alcanzado el joven la mayoría de edad. El fiscal pide ocho años de internamiento en centro cerrado y cinco de libertad vigilada para El Cachulo.
El acusado reconoció ante el juez la autoría de los hechos, aunque negó que el crimen fuera premeditado, como sostiene el fiscal de Menores en su escrito de acusación. Ayer dijo que 'sólo quería darle un susto' y que cuando cometió el asesinato estaba 'con la cabeza ida' por las pastillas y el alcohol que, aseguró, había consumido 'desde la mañana'.
Despejar este punto puede ser uno de los aspectos decisivos del juicio, ya que el abogado del joven sostiene que su cliente actuó 'bajo los efectos de sustancias psicotrópicas', y que, por tanto, no era dueño de sus actos (algo que niega el fiscal). La defensa solicita dos años de internamiento en centro cerrado.
El relato que la acusación hace de los hechos es bien diferente: según el fiscal, El Cachulo mantuvo una discusión con Manuel Lara hacia las 16.00 horas del 14 de mayo frente a un restaurante del paseo marítimo de El Palo donde el joven había retado a otro vecino a pelear. Lara había intentado evitar la pelea. Hacia las 23.00 horas de ese mismo día, El Cachulo volvió a buscarlo armado con una pistola y una catana -un cuchillo oriental de unos 20 centímetros de longitud- y, después de intercambiar algunas frases, lo apuñaló hasta 12 veces. Horas después, compareció en la comisaría acompañado por su abogado y se entregó.
Miedo en el barrio
El Cachulo es un personaje muy conocido en la barriada de El Palo. Tiene antecedentes por agresión y cuando cometió el crimen por el que ahora se le juzga disfrutaba de un permiso en el centro de internamiento de menores de La Jara, en Sevilla. Ayer, en el juicio, los policías que investigaron el homicidio resaltaron el 'pánico y terror' que sentían los testigos presenciales hacia el joven. 'Nos costó mucho convencerlos para que declarasen, y esta mañana hemos recibido una denuncia telefónica de amenazas a los testigos por parte de alguien cercano a R. F. R.', relató el agente. La familia de la víctima ha rehusado estar presente en el juicio para evitar altercados.
Por su parte, el abogado de El Cachulo, Héctor González Izquierdo, criticó ayer tras la sesión la pena pedida por el fiscal, que considera excesiva, y cuestionó la imparcialidad de los informes técnicos del Juzgado de Menores. 'Se está juzgando a alguien por su pasado y por su familia -el joven tiene otros hermanos en la cárcel-. Creo que estamos ante algo que la opinión pública ya ha juzgado', añadió.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.