El Barcelona exhibe su voracidad
El conjunto catalán avasalla con una generosa demostración a un Fuenlabrada muy limitado
El Barcelona dejó a una distancia sideral al Fuenlabrada en un partido que desmitificó esa tendencia a poner el mundo del revés que se da en la Copa. Que el Barcelona se presentaba con apetito estaba fuera de toda duda. Hace ocho años que no gana este torneo, ha sido apeado prematuramente de la Euroliga y necesita un título que calme su estado de ansiedad y suavice la presión sobre el discutido Aíto García Reneses.
Jugar bien y dar espectáculo a lo largo de muchos partidos no ha servido para relativizar esa nueva eliminación europea, que llegó antes que nunca. Estos aspectos no tienen demasiado que ver con el partido de ayer. Pero, en el fondo, implícitamente, son los que explican la voracidad con la que lo afrontó el Barcelona.
BARCELONA 98|FUENLABRADA 76
Barcelona: Hawkins (5), Jasikevicius (11), Karnisovas (8), Gasol (16), Dueñas (6) -equipo inicial-; Nacho Rodríguez (6), De la Fuente (5), Savic (4), Elson (5), Digbeu (19), Juan Carlos Navarro (9) y Rentzias (4). Fuenlabrada: Ferran López (9), Perasovic (10), Cazorla (8), Wood (9), Fran Murcia (7) -equipo inicial-; Prigioni (2), Guardia (8), Gaby Ruiz (2), Quintana (2), Oriol Junyent (4) y Giovannoni (15). Árbitros: De la Maza, Hierrezuelo y García González. Pabellón Martín Carpena, 7.000 personas.
Ante un Fuenlabrada que se ha encaramado al sexto puesto de la Liga a base de lograr que su limitado potencial haya rendido al 100% de sus posibilidades, el Barcelona se cebó de manera generosa, rozando el centenar de puntos y yendo por todas, tanto en los aspectos que atañían al juego como en los que se presentaron inopinadamente cuando se produjeron algunos intercambios de golpes y amagos de gresca. Y eso que para entonces, medidado el tercer cuarto, ya había acumulado una ventaja de 20 puntos.
El Barcelona salió tan concentrado que el Fuenlabrada, en el que Perasovic dio síntomas de estar lejos de su mejor forma después de haberse recuperado de una lesión, no tuvo más que resignarse a las primeras de cambio. Fran Murcia no podía rechistar cuando el balón le llegaba a Dueñas. Gasol no bajaba un ápice su majestuoso juego por más empeño y músculo que opusiera Wood. Y sólo faltó que Digbeu apareciera para acabar de agotar a Perasovic. El Barcelona no tuvo piedad. No desaceleró. Y el Fuenlabrada fue cayendo lenta pero inexorablemente. Y el Barcelona fue ganando todos los parciales. Y cuando Hawkins y Jasikevicius se cansaban, aparecían Nacho Rodríguez y Navarro, y cuando lo hacían Dueñas y Gasol, allí estaban Elson y Rentzias.
Pero, aun así, el Barcelona dejó algunas dudas. Por momentos, recibió parciales un tanto extraños, un 0-7 y un 2-8, y acabó perdiendo 20 veces el balón. Eso y su ensañamiento crean ciertas incógnitas sobre su capacidad para evitar perder el hilo en determinados momentos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.