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Columna
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'Common sense'

El circo norteamericano sigue dando espectáculo. Después de la gran bufonada de las elecciones presidenciales, George W. Bush se ha propuesto mantener entretenida a la concurrencia a base de misiles y de ingenio. De esto último da buena cuenta en sus comparecencias públicas. La muletilla a la que recurre con mayor habilidad es la expresión 'common sense', ya saben, 'sentido común' y esas cosas. La pone en práctica en cuanto le colocan delante de un micrófono, sin cortase un pelo. Sus asesores se lo permiten, pero no sé qué pensarán de sus fallos lingüísticos y sus errores gramaticales a la hora de hilar una declaración. Lo de 'common sense' vale: impacta en el respetable y otorga al presidente cierto aire de iluminado, de poseedor de una cordura que acaso le escasea. Lo malo es que la lengua se le desbarata muchas veces y le sale un 'commonsensical' que deja estupefactos a los intérpretes y asombrados a sus incondicionales ante el sabroso neologismo. Una metedura de pata es siempre el síntoma de algo, y la torpeza de Bush, sus limitados recursos expresivos y su ignorancia le llevaron a confundir hace unos días, ante el presidente de Colombia, 'plantación de coca' por 'plantación de cacao', que no es lo mismo, claro. Aunque lo que el Sr. George no se perdonará nunca es el desliz de la semana pasada ante el pueblo de Omaha (Nebraska), cuando en su encendida defensa de la reforma fiscal confundió 'impuesto de sucesiones' (death tax) por 'pena de muerte' (death penalty). La frase le quedó redonda: 'comprenderán qué injusta es la pena de muerte y cómo necesitamos librarnos de ella'. La aclamación fue unánime. Pero al darse cuenta del gazapo, el insigne orador tomó aire, sonrió de soslayo y rectificó con energía: 'no quiero eliminar la pena de muerte, sólo el impuesto sobre la muerte'. Queda entendido. ¿Cómo podía pensarse lo contrario en todo un experto en firmar ejecuciones (más de 150 en su época de gobernador de Texas)? Para eso siempre le sobró 'sentido común' y cerebro, mucho cerebro, aunque lo lleve entre las piernas y le traicione al hablar.

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