Pendientes de los teléfonos

Las sociedades de telecomunicaciones han acaparado la atención de los inversores a lo largo de toda la semana, primero porque parecían capaces de mantener el ritmo alcista impuesto a lo largo del ciclo anterior y, después, porque las realizaciones de beneficios coincidieron con la publicación de un rosario de problemas que amenaza la estabilidad inmediata de los mercados.

En el fondo de todo el problema subsiste la situación de enfriamiento de la economía estadounidense que, a pesar de algunos datos favorables, como la creación de 125.000 empleos no agrícolas de febrero frente a los 49.000 que esperaban los analistas, está reflejándose rápidamente en la actividad empresarial. Las empresas se preparan para hacer frente a una caída importante del negocio reduciendo costes, al tiempo que algunos accionistas deshacen sus posiciones al comprobar que las expectativas de negocio han cambiado a peor.

En los últimos días destacó la caída del portal de Internet Yahoo!, tras anunciar, después de varias rebajas, que este año no tendrá beneficios, y esto afectó con fuerza a Terra Lycos, que opera en el mismo gremio. Un día después eran Intel y Cisco Systems las que anunciaban severos recortes de plantilla para reducir costes y evitar una caída espectacular de sus resultados, mientras que un accionista de referencia de Jazztel vendía su participación del 6,8% y provocaba una caída del 13,21% en la cotización.

La revisión a la baja en las expectativas de beneficios de las empresas aún no ha llegado a España, aunque los analistas anticipaban en sus estrategias para este año que los incrementos pudieran caer, en algunos casos, por debajo de los dos dígitos, algo que sólo se ha recordado en estos días especialmente grises.

Una de las razones del pesimismo que se ha impuesto en estos días en las bolsas está en el mercado Nasdaq, que tal día como ayer, 10 de marzo del año pasado, alcanzaba sus máximos históricos con 5.132 puntos en uno de sus principales índices. A media sesión del viernes perdía casi el 5% por las caídas de Cisco e Intel y acumulaba un descenso del 60% en 12 meses, un dato que complica las cosas para que en Estados Unidos se recupere la confianza de los consumidores, ya que las ganancias bursátiles se habían convertido en un apoyo importante para el gasto familiar en los últimos años, un fenómeno que aquí apenas se había esbozado en los dos últimos ejercicios.

Con este ambiente, el dinero de los inversores particulares casi no se ha movido en los mercados de valores españoles, y hay que suponer que en los próximos días se acentuarán las precauciones.

Junto con el IPC español, que se publicará el próximo miércoles, a lo largo de la semana se darán a conocer numerosos indicadores estadounidenses, entre ellos las ventas al por menor de febrero, de las que se deducirá el nivel de gasto y de confianza de las familias ante una coyuntura en la que abundan los anuncios de despido por parte de las grandes empresas.