Escombros de una 'estrella' expuesta en el MOMA
La Pagoda, realizada por Miguel Fisac en 1965 como sede de los laboratorios Jorba, representaba uno de los primeros experimentos con hormigón armado en la arquitectura española y figuró en la exposición Arquitectura de los años sesenta-ochenta en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York. Fue el único edificio español incluido en esa muestra. Situado en la calle de Josefa Valcárcel, era visible cuando se entraba a Madrid por la carretera de Barcelona (N-II) como una torre de plantas estrelladas que giraban sobre sí mismas. Considerado como una obra rara pero emblemática de la arquitectura contemporánea, no se libró de la acción implacable de una gran pala mecánica, que convirtió en escombros todas sus plantas cuando fue adquirido por el grupo LAR-Goldman Sachs por 2.200 millones.
El estudio de arquitectura de Julio Cano Lasso incluyó La Pagoda en el listado que elaboró en 1993 para el Ayuntamiento de edificios que era necesario proteger al amparo del nuevo Plan General. Pero cuando éste fue aprobado en 1997, el inmueble de Miguel Fisac no figuraba entre los seleccionados. En su construcción, Fisac encofró hormigón armado con cuerdas y lonas para darle un aspecto mullido. 'Tenía la gracia indudable de ser arbitrario en un momento en el que todos eran racionales', afirmó el arquitecto Ricardo Aroca tras su derribo.
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