Aznar dice que el pacto antiterrorista seguirá en pie tras las elecciones vascas

Mientras el líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, exigía ayer en San Sebastián al PP que no interprete de forma 'excluyente' el pacto antiterrorista, el presidente del Gobierno seguía defendiendo que éste tiene validez después de las elecciones. Aznar, sin embargo, no quiso llegar tan lejos como algunos de sus compañeros de partido, que han llegado a decir que la firma de ese pacto condiciona al PSOE, que debería, según esta interpretación, apoyar al PP. 'Hay gente que a mí me dice: el 13 de mayo son las elecciones, según parece, pero ¿qué pasa el día 14? Pues mire usted, si yo defiendo antes de las elecciones la libertad, el Estado de Derecho, la democracia, la Constitución y el Estatuto de Autonomía, después de las elecciones, sea cual sea el resultado, voy a seguir defendiendo lo mismo. Y yo les quiero decir a todos los ciudadanos vascos que tienen la garantía plena del Presidente del Gobierno de que voy a seguir defendiendo lo mismo', dijo Aznar.

El presidente del Gobierno alabó la valentía de Jaime Mayor Oreja para dejar el ministerio del Interior y presentarse como candidato a lehendakari. 'Estamos hablando de poner en práctica políticas en las cuales ningún ciudadano se sienta amenazado, ningún ciudadano tenga la tentación de marcharse, ningún ciudadano se tenga por qué sentir inseguro, sino que sepa que todas las instituciones aplican el Estado de Derecho, garantizan su seguridad, su libertad y que la democracia y las reglas de la democracia se respetan. Eso es la alternativa para la libertad en el País Vasco, y ése es en mi opinión el cambio fundamental que necesita la política vasca', afirmó.

La deslealtad del PNV

El presidente aseguró que en 1996 intentó alcanzar un acuerdo estable con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), pero que dos años después ese partido llegó a un acuerdo con la organización terrorista ETA y firmó el Pacto de Lizarra, que cuestiona las instituciones vascas. 'Hay una gran responsabilidad del PNV: su deslealtad y su comportamiento. No se trata tanto de su relación con el Gobierno, ni con el PP. Se trata de una ruptura con la mejor tradición del nacionalismo vasco, y eso tendrá sus consecuencias en un futuro inmediato'.

En relación a la tregua que ETA mantuvo entre septiembre de 1998 y diciembre de 1999, el presidente del Gobierno negó que se hubiesen fiado en algún momento: 'Por qué nos vamos a fiar el lunes de gente que el domingo estaba secuestrando y matando?', dijo. 'El Gobierno siguió trabajando y después se comprobó que no iba en serio, para el que tenía alguna duda', continuó. 'Ésa es la historia. Ni nosotros hubiéramos aceptado nunca pagar un precio porque alguien dejase de matar, ni mucho menos estamos dispuestos a pagar un precio cuando se mata. Lo que simplemente hicimos fue decir: Que no sea por nosotros'.