_
_
_
_
Crónica:26ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Athletic se olvida de todo (1-1)

Palermo y Urzaiz, dos cabeceadores, equilibraron un partido hueco entre dos equipos que aspiran a jugar la Copa de la UEFA

Haría falta el mejor diccionario del mundo para traducir el fútbol del Athletic. El antiguo no vale porque el Athletic no juega ni a la antigua usanza, al segundo pase, con Urzaiz y sin Urzaiz, con Guerrero o sin Guerrero. El contemporáneo, tampoco porque no gusta del toque, ni de la prolongación de los laterales, ni del reparto de responsabilidades. Que se sepa, el Athletic juega a lo que puede, es decir cuando ya no sabe qué hacer con el balón lo golpea y se confía a su suerte. Que la caza Urzaiz e inventa algo, pues... buena suerte; que no, pues... a correr. Ayer pilló un saque de esquina y salvó los muebles de un Athletic que se asomaba al naufragio. Maquillaje para un mal partido.

ATHLETIC 1|VILLARREAL 1

Athletic: Lafuente; Lacruz, Ríos, Vales, Del Horno (Tiko, m. 57); Felipe, Alkiza; J. Etxeberria, Guerrero (Merino, m. 70), Javi González (Yeste, m. 65); y Urzaiz. Villarreal: López Vallejo; Xavi Roca, Quique Älvarez, Berruet, Arruabarrena; Jorge López (Galván, m. 89), Amor, Cagna (Escoda, m. 80), Gracia; Víctor y Palermo (Moisés, m. 85). Goles: 0-1. M. 19. Jorge López se escapa con facilidad de Del Horno por la banda derecha y su centro lo cabecea Palermo, en el segundo palo, intercalándose entre los dos centrales. 1-1. M. 81. Saque de esquina que ejecuta Tiko y Urzaiz cabecea suavemente en el pico del área para batir a López Vallejo. Árbitro: Llonch Andreu. Expulsó por doble amonestación a Lacruz (m. 89) y enseñó cartulinas amarillas a Xavi Roca, Arruabarrena, Del Horno, Guerrero, Amor y Tiko. Unos 35.000 espectadores en San Mamés.

Más información
Siga la jornada con fútbol.as:

Lo malo para sus intereses es que el Villarreal sí sabe a que juega. No deslumbra, ni asombra, ni se inventa artesanías, pero lo tiene claro: tejer por el centro (Cagna-Víctor) y resolver por los costados (Jorge López). Y después Palermo, para cazar lo que caiga. Y el argentino cazó la primera que tuvo, porque el Athletic le ninguneó como a un aprendiz. Todos miraron las diabluras que le hizo Jorge López a Del Horno y nadie a sus espaldas. En esas condiciones, Palermo es un divo: se coloca, se regodea y arranca el aplauso. Y vuelta a esperar.

El Athletic vivía de la soga de San Mamés, convencido de que el factor campo suplía sus innumerables carencias y el factor campo aflojaba lo que sus anfitriones apretaban. Todo tiene un fin: el fútbol decide y, hoy por hoy, el Athletic es inferior al Villarreal en actitud, en juego, en alternativas.

El partido resultaba denso, a veces absurdo, a veces hueco, pero el Villarreal siempre guardaba en el último bolsillo una bala perdida. Habitualmente, la llevaba Jorge López porque, enfrente, Del Horno parecía un juguete roto, una promesa incumplida. Con eso y un par de desplazamientos de Palermo al costado bastaba para arruinar al Athletic, que apenas intimidó a López Vallejo salvo en un par de acciones de Joseba y Urzaiz que no encontraron el último pase. Claro, que eso ocurrió hasta el minuto 13. Después, la nada.

Difícilmente encontrará el Villarreal un partido tan cómodo, tan hueco, tan evidente, tan previsible como el que le propuso el Athletic. A poco que hubiera dedicado diez minutos a fijarse en su rival, ya sabría lo que le esperaba sin posibilidad de error. Y lo hizo: fijo posiciones, porque el Athletic es el equipo más estático de toda la Liga. Defender, entonces, se convierte en una bicoca. Con mantener el temple basta. Pero lo perdió una vez y malgastó la victoria

El Villarreal distó mucho de ser el equipo sobresaliente que acostumbra en los momentos estelares. Ayer se puso el mono de trabajo, aquél que cosió en las categorías inferiores, y jugó con menos vistosidad de la debida, con más apuros de los necesarios. El Athletic arruinó su ultima opción europea. El Villarreal la congeló en espera de acontecimientos. Aunque ambos pudieron ganar en el tiempo de la basura.

Palermo disputa un balón con Julen Guerrero y con Guréndez, en el partido de ayer en San Mamés.
Palermo disputa un balón con Julen Guerrero y con Guréndez, en el partido de ayer en San Mamés.ALFREDO ALDAI/EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_