Un partido molesto
Irureta recurre a la motivación de los suplentes para recibir al Numancia antes de viajar a Milán
El Deportivo ha de olvidar por un día las grandezas de la épica para adaptarse a la más prosaica rutina. Aún bajo los efectos euforizantes de su asombrosa victoria sobre el París Saint-Germain y a sólo tres días de una trascendental cita en Milán, ha de afrontar hoy (20.45, Teletaquilla), ante el Numancia, en Riazor, un partido molesto, de ésos que apenas dan nada pero pueden quitar mucho. Molesto, además, porque nadie puede ocultar que sus pensamientos están centrados en el choque del martes en San Siro, donde el club gallego se juega el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
¿Qué hacer en un caso así? ¿Cómo conseguir que bajen a la tierra unos futbolistas que han arrancado titulares entusiastas en toda la prensa europea y que sólo sueñan con el Milan? Porque el partido de hoy es como una chinita metida en el zapato, como una enojosa obligación cotidiana para quien sólo está pensando en grandes batallas. Lo resumía muy bien Capdevila, uno de los jugadores poco habituales y que esta noche disfrutará de una oportunidad: 'Ellos no tienen nada que perder y mucho que ganar. Para nosotros, todo lo contrario. Si ganamos, no pasa nada; si perdemos, todos nos van a criticar'.
El técnico, Javier Irureta, tampoco enmascara la complicada situación psicológica del Deportivo. '¿Es un incordio este partido?', se le preguntó ayer. 'Relativamente', respondió; 'lo que sí es verdad es que corremos muchos riesgos. Por ejemplo, que se nos lesionen jugadores. Pero hay que mentalizarse y pensar que ningún partido se gana sin sacrificio'.
El entrenador blanquiazul ha recurrido al método más clásico en estas circunstancias. Se trata de dar salida a los que no han sufrido grandes desgastes físicos en el trajín de las últimas jornadas, repletas de partidos cruciales, y que, además, pueden tener el estímulo añadido de aprovechar la ocasión para reivindicar su titularidad. Futbolistas como Capdevila, César, Helder, Scaloni, Valerón o el mismo Pandiani, el héroe del miércoles, a quienes Irureta se resiste a calificar de suplentes porque 'alguno es incluso más titular que los que la prensa llama titulares'. Jugadores, en todo caso, en los que busca 'frescura y motivación'. Su entrada dejará fuera a Naybet, Donato, Romero, Makaay, Emerson o Djalminha. Este último ni siquiera ha sido convocado, ya que arrastra una sobrecarga muscular, de la que se confía que esté recuperado para el duelo de Milán.
Un triunfo con doble valor
Consciente de que lo que verdaderamente excita a su plantel es la inminencia de la visita a San Siro, Irureta también trata de presentar el partido de hoy como una preparación para el viaje a Italia: 'Nos vendría muy bien ganar no sólo para mantener nuestras aspiraciones en la Liga, sino también porque iríamos a Milán con la moral más alta'. Y, si todos estos argumentos no son suficientes para convencer a los jugadores, siempre queda la posibilidad de que la grada eche una mano. 'Lo digo siempre, pero en esta ocasión hasta lo pido de modo especial: que el público nos apoye todo lo que pueda', concluye.
Por lo demás, el Numancia es un equipo que no despierta buenos recuerdos en Riazor. Al inicio de la pasada campaña, protagonizó una de las grandes sorpresas al ganar por 0-2. Desde entonces, hace ya año y medio, el Deportivo sólo ha vuelto a sufrir dos derrotas en casa: en enero de 2000 ante el Racing y en diciembre frente al Milan, en la Liga de Campeones, ese torneo que ocupa ahora mismo todos sus pensamientos.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, César, Helder, Capdevila; Scaloni, Valerón, Mauro Silva, Fran; Pandiani y Diego Tristán.
Numancia: Álvaro Núñez; Jaume, Antia, Soria, Clavero; Iñaky, Nagore, Pacheta, Caco Morán; Rubén Navarro y Ojeda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.