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AJEDREZ

Kaspárov lanza el guante a Krámnik

El alegre vencedor en Linares se reconcilia con Kárpov y considera "imposible" negociar con la FIDE

“Ahora le toca jugar a Vladímir Krámnik”. Gari Kaspárov lanzó así el guante para un duelo de revancha con quien le destronó hace cuatro meses. Lo hizo un día después de terminar invicto en el torneo de Linares, con tres puntos de ventaja sobre sus cinco adversarios. El número uno sonrió complacido al escuchar cómo su querido enemigo Anatoli Kárpov llama ahora a la rebelión contra la Federación Internacional (FIDE): “Esto sí que es grande, y demuestra que no he malgastado mi vida”, ironizó.

Alegre y distendido como muy pocas veces en su carrera, Kaspárov es la prueba evidente de que Linares tiene algo especial: “Mis tres empates consecutivos en las primeras rondas tuvieron que ver con mis problemas personales. Entre ellos, la crisis de mis negocios en Internet, que me obligaron a gastar mucha energía. Pero el espíritu combativo de este torneo me conquistó una vez más. Por eso jugué bien a partir de la cuarta ronda y he logrado otro triunfo histórico”.

Pero la simpatía se tornó en dureza cuando se le preguntó si es imposible que negocie con la FIDE, dado que la empresa Brain Games, organizadora del duelo que perdió con Krámnik, no da muestras de gran actividad. “No quiero hablar de nada con el presidente de la FIDE [el magnate ruso Kirsán Iliumyínov]. Y tampoco veo posible ningún proceso de reunificación del título mundial que incluya a Krámnik, quien para mí es el verdadero campeón”, afirmó, sin mencionar al indio Viswanathan Anand, campeón de la FIDE.

¿Quiere eso decir que nunca volverá a ser el campeón? Kaspárov, quien cumplirá 38 años el 13 de abril, lanzó entonces el guante a su exalumno, de 25: “Yo respeté la tradición mientras tuve la corona, buscando siempre un duelo contra el rival más fuerte. Krámnik tiene dos caminos: Mantener la tradición, disputando conmigo el duelo que todo el mundo espera, o convertirse en el último rey. Si opta por el segundo, y por eludir retos como luchar en Linares, sólo yo le reconoceré como el legítimo campeón dentro de unos meses”. Sentada entre los periodistas, la húngara Judit Polgar bromeó: “Gari, si las cosas van mal, podrías jugar el Mundial femenino, como quieren que haga yo”. El ruso siguió la guasa: “Prefiero tu compañía a la de Iliumyínov”.

Kaspárov apenas respondió a Valeri Sálov, presidente del Consejo de Jugadores de la FIDE, quien el martes le llamó “prostituta política, mentiroso y cínico”, según el diario Marca: “Es un personaje ruin y enfermo que no merece ser citado en esta conferencia de prensa”. Sálov también le llamó “cobarde” cuando ofreció tablas en la séptima ronda a Polgar: “No tengo miedo a nadie. Pero hay que tener mucho cuidado si tienes que defenderte de un ataque de Judit, especialmente peligrosa en ese tipo de posiciones”, agregó Kaspárov. Y puso una condición para reconciliarse con el español Alexéi Shírov: “Que me pida disculpas por la acusación de haber amañado el duelo con Krámnik. Entonces estrecharé de nuevo su mano”. Shírov, segundo en Linares por mejor desempate, aseguró después: “Nunca dije públicamente que el resultado del duelo de Londres fuese amañado. Sí lo fue el duelo en sí mismo, porque el legítimo retador era yo”.

También habló Kaspárov sobre el peso de la corona: “Fue difícil para mí cargar con tanta responsabilidad durante quince años. Desde ese punto de vista, respiré al perderla, o encontré algo positivo en ese disgusto. Todo el mundo me criticaba, pero ahora que el ajedrez puede terminar en ruinas, se dan cuenta de que yo no era el problema”. Y reivindicó sus logros: “Nunca he rechazado los torneos más duros, siempre juego a ganar, incluso cuando tengo el primer puesto asegurado, y he promovido el ajedrez en muchos países. ¿Qué van a hacer Krámnik y Anand por el ajedrez?”, se preguntó.

Sus actuales relaciones con Kárpov son “cordiales, aunque no cálidas”. Y está dispuesto a tenerle como aliado: “Es muy significativo que Kárpov, el gran protegido de la FIDE durante tantos años, vea ahora que esa organización no puede aportar nada positivo al ajedrez. Debemos reunirnos con otros excampeones y personalidades del ajedrez para estudiar los problemas con franqueza y buscar soluciones. Yo no quiero ser el líder de ese grupo, pero sí estoy dispuesto a trabajar en equipo. Soy contrario a crear otra organización paralela porque eso puede dañar la imagen del ajedrez”.

Kaspárov cree tener aún la energía suficiente para enfrentarse en partidas simultáneas con reloj a equipos muy fuertes, como hizo en el pasado frente a las selecciones de Suiza, Alemania e Israel, por ejemplo. ¿Se atrevería con la española? “Es un gran reto, pero estoy dispuesto a jugar contra cualquier equipo nacional de cuatro jugadores. Si hay un buen dinero para todos, no veo por qué tiene que ser indigno para mis rivales. ¿Incluido Shírov? "Sí, si él quiere, sería una contribución importante al espectáculo. Quiero recordar que yo hice cuanto estuvo en mi mano para lograr un patrocinador que financiase mi defensa del título contra él. Pero no pudo ser, o al menos no logré tanto dinero como él esperaba. A veces se olvida que yo también fui una víctima de ese problema”, recalcó, sin aclarar que él jugó finalmente contra Krámnik, y cobró el premio correspondiente, mientras Shírov aún está esperando el dinero que ganó al vencer a Krámnik en Cazorla, en 1998. Pero aún especuló: “Si yo hubiese dicho que prefería a Shírov como rival, me habrían acusado de querer un duelo fácil”.

Sobre su madre, testigo de honor de la reunión con los periodistas, afirmó: “Es fundamental en mi carrera deportiva. Sin ella nada sería lo mismo. Tiene una influencia enorme en mis éxitos. Y especialmente en un torneo tan duro como el de Linares, donde contribuye a crear un ambiente óptimo para que mi analista [Yuri Dojoián] y yo seamos productivos. Con ella siempre estoy listo para cualquier competición”.

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