El PNV empieza a elaborar sus candidaturas electorales sin esperar a cerrar el acuerdo con EA

El Euskadi Buru Batzar (EBB)ha puesto en funcionamiento sin dilaciones, tras celebrar el pasado sábado una asamblea nacional, toda su maquinaria interna para hacer frente a la confrontación electoral más arriesgada de las dos últimas décadas. La dirección peneuvista ni siquiera ha esperado a cerrar el acuerdo electoral que negocia con Eusko Alkartasuna para iniciar el proceso de elaboración de las listas electorales, que concluirá el 24 de marzo con la ratificación de las mismas en asamblea extraordinaria. Si se alcanza entretanto el pacto electoral, se adaptarán a a las exigencias de éste, confirmó el portavoz del EBB, Joseba Egibar.

Las listas inicialmente enviadas por el EBB a las juntas municipales para su consideración son esencialmente continuistas. Además de proponer a la totalidad de los parlamentarios actuales, se incluye a los consejeros del Gobierno que preside Juan José Ibarretxe, la mayoría de los cuales no figuraron como candidatos en las anteriores elecciones autonómicas. La excepción es la ausencia de la responsable de Cultura, Mari Carmen Garmendia, la única superviviente peneuvista, junto con el propio lehendakari Ibarretxe, de los anteriores gobiernos de José Antonio Ardanza. Garmendia, que mantiene una gran sintonía con Ardanza, había concurrido en la lista guipuzcoana en dos ocasiones.

El EBB propone por Álava a los consejeros de Interior, Javier Balza; de Obras Públicas, Álvaro Amann, y de Agricultura, Iñaki Gerenabarrena. El de Sanidad, Gabriel Inclán, figura en la lista vizcaína, mientras que en la de Guipúzcoa han sido incluidos el titular de Industria y portavoz, Josu Jon Imaz, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia.

Dos puestos fijos

Los únicos puestos que ha confirmado como seguros la dirección del PNV son las primeras plazas de Álava y Vizcaya. Juan José Ibarretxe, como candidato a lehendakari, irá en cabeza en su territorio, Álava, y asume el riesgo seguro de ser batido en esta circunscripción por el Partido Popular. Ibarretxe concurre con tres de sus consejeros, en una lista en la que vuelve a ser incluido Juan María Ollora, teorizador de la vía soberanista que propició el Pacto de Lizarra, pese que había manifestado su deseo de retirarse de la primera línea política y dedicarse a su trabajo profesional.

Juan María Atutxa, ha sido designado cabeza de lista por Vizcaya y también candidato de nuevo a la presidencia del Parlamento vasco. La lista vizcaína no sufre una modificación sustancial, al repetir en ella Íñigo Urkullu, José Antonio Rubalkaba, Txomin Aurrekoetxea, Elixabete Piñol, Izaskun Bilbao, Xabier Ormaetxea y Belén Greaves, entre otros.

Por lo que respecta a Guipúzcoa, aún permanece la duda sobre quién va a encabezar la candidatura, si el portavoz del EBB, Joseba Egibar, o el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz. Un dilema con valor simbólico y cuya resolución puede ser reveladora del debate interno de las bases en relación con la orientación soberanista o estatutista del partido.

Para proponer estos nombres el EBB no ha esperado al resultado final de su negociación con Eusko Alkartasuna con el fin de concurrir conjuntamente a los comicios. Mientras EA celebraba ayer su primera asamblea extraordinaria con carácter informativo, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, afirmó en San Sebastián que el proceso negociador ya ha finalizado y 'ha llegado la hora de tomar la decisión lo más serena y prudentemente posible porque, más allá de uno o otro escollo, el nacionalismo no está para matices'.

Los 'escollos' a los que Egibar hacía referencia serían, para EA, el compromiso de garantizar previamente -existen al parecer fórmulas concretas según la forma de concurrir a las elecciones- la formación de dos grupos parlamentarios que aseguren al partido de Begoña Errasti una presencia diferenciada en la Cámara. El perfil nacionalista del programa electoral -si la línea soberanista se concreta en fórmulas autodeterminación o si se diluye ésta en otras fórmulas más vagas- constituye también una diferencia que, hoy por hoy, impide que ambos partidos alcancen el acuerdo. EA tiene, sin embargo, el propósito de no dilatar la decisión y ayer anunció que el próximo sábado decidirá, en una asamblea extraordinaria, si hay alianza.

El secretario general de EA, Gorka Knörr, aseguró ayer que existen diferencias de 'peso' entre su partido y el PNV para cerrar una fórmula de colaboración electoral en los comicios del 13 de mayo. Knörr discrepó abiertamente del portavoz peneuvista, Joseba Egibar, quien horas antes había asegurado que no existen divergencias programáticas entre los dos partidos nacionalistas y destacó que la posibilidad de llegar o no a un acuerdo depende de Eusko Alkartasuna. Para Knörr, estas palabras son 'poco afortunadas'.

Los problemas residen en varios aspectos del posible programa electoral conjunto, como la transición hacia un 'nuevo marco de convivencia política'. Las discrepancias también atañen a cuestiones sectoriales, como la renta básica (recientemente aprobada por el Parlamento con los votos de PP, PSE y PNV) y la Ley de Territorios Históricos, agregó el dirigente de EA.

Knörr precisó que su partido ha realizado un gran esfuerzo de 'concordia, acercamiento y flexibilidad' para dar una respuesta al 'ataque sin precedentes del nacionalismo español'. Pero matizó que EA no va a consentir que se utilice el señuelo de una situación de emergencia para decir que es quien tiene la responsabilidad. 'EA va a trabajar para alcanzar un acuerdo en clave de país', recalcó.

Eusko Alkartasuna reunió anoche en Vitoria a su asamblea nacional, máximo órgano entre congresos, para que sus miembros recibieran información del estado de las negociaciones con el PNV. La solución definitiva al proceso negociador vendrá en 'cuestión de días' y, quizás, en la reunión que este mismo órgano mantendrá el próximo sábado.

Entre las condiciones que ha impuesto EA para alcanzar un pacto figura la de que se le garantice una representación en las listas que le permita obtener al menos los mismos parlamentarios que tiene ahora (seis) y la consecución de un grupo propio en la Cámara vasca, pese a concurrir en coalición electoral.