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Crónica:24 ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Kluivert electrocuta a la Real

Dos fogonazos del delantero holandés abatieron al equipo donostiarra

Ramon Besa

A falta de equipo, todavía convaleciente, y en ausencia de fútbol, más bien escaso últimamente, al Barcelona le alcanzó ayer el partido de Kluivert para tumbar a la Real, que parece haber encontrado acomodo en la cola de tan mal como juega y tan poco como sufre. De camino hacia Madrid, el Barcelona necesitaba anoche un poco de calor para combatir el frío ambiental del Camp Nou, sometido a una temperatura siberiana y sobrecogido por el impacto que provocó el partido del día antes en Riazor, bello donde los haya, disuasorio para cualquier competidor. No es que con su victoria reforzara el plantel azulgrana la candidatura al título, pues no estuvo intimidador ni seductor y el rival se dejó sobar por arriba y por abajo, pero por lo menos dejó un par de detalles para la autoestima y la consideración. Kluivert estuvo fino; Frank de Boer parece afianzarse y Overmars marca la diferencia.

BARCELONA 3 | REAL SOCIEDAD 0

Barcelona: Reina; Gabri, Abelardo, Frank De Boer (Gerard, m.80), Sergi; Guardiola (Xavi, m.74), Cocu; Luis Enrique, Rivaldo, Overmars; y Kluivert (Dani, m.86). Real Sociedad: Alberto; Loren, Corino, Julio César; Fuentes, Luiz Alberto, López Rekarte; Tayfun (Alonso, m.70), Khokhlov (Llorente, m.65), Aranzabal; y Jankauskas (De Paula, m.46). Goles: 1-0. M.38. Kluivert, en la frontal del área, recibe de Luis Enrique se mete entre Corino y Loren y marca por bajo. 2-0. M.60. Pared de Overmars con Kluivert que regatea a Loren y cruza suave sin que Rekarte logre evitar el gol. 3-0. M.78. Xavi marca por bajo tras el rechace de Alberto a un disparo de Rivaldo. Árbitro: Turienzo Álvarez (colegio castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Cocu, Corino y Kluivert. Camp Nou. Unos 70.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por Claudio Pellejero, antiguo encargado de material del club azulgrana.

Las individualidades le permitieron al Barcelona resolver un problema de equipo y ganarse un marcador de cierto peso. El Barça lleva jornadas, festivas y laborables, jugando a destiempo. No le coge el hilo a los partidos. Parece destemplado, fuera de sitio, descoordinado tal que se hubiera quedado tieso con cuanto ha pasado en el club desde las elecciones de julio. Cualquier cosa le cuesta mucho. Incluso se pone rígido en el lanzamiento de los libres directos. Defender no ha defendido nunca bien, pero ayer se le vio muy desorientado en ataque. El fútbol se hace indigesto. Juega a dos y sino a tres toques, ha perdido pase interior, le cuesta abrir el campo y para generar espacios le falta movilidad, desmarque, frescura. Quizá por eso, Luis Enrique es hoy imprescindible y Rivaldo está desconocido.

Rivaldo parece víctima del efecto que ha provocado en el campeonato la llegada de futbolistas como Aimar y la consolidación de Djalminha. Puestos a juzgarle como media punta, el azulgrana sale mal parado en cualquier comparación con el argentino o con su compatriota. Rivaldo quiere ganarse en un partido lo que nadie le discute por cuanto hizo en sus dos primeros años. Estuvo espléndido en Milán y en Leeds, y suma 13 goles en la Liga, pero lleva un tiempo parado, demasiado alejado del área, como intentando imitar a Djalminha. Y Rivaldo es más conductor, retiene demasiado la pelota, le gusta más regatear que habilitar, y el equipo se resiente del protagonismo que adquiere en una zona en la que se exige clarividencia. Tampoco Guardiola estuvo ayer especialmente diligente. Perdió más pelotas que de costumbre y pese a su voluntarismo no supo darle aire al equipo, que estuvo demasiado agarrotado. En auxilio del Barcelona acudió Overmars, siempre directo, especialmente profundo y veloz, y sobre todo Kluivert, del que desde enero contra el Valladolid no se tenían noticias como goleador. Futbolista generoso por excelencia, Kluivert se dio ayer la vuelta y dejó de jugar de espaldas para encarar al portero. En el primer gol se comió a los dos centrales de la Real con un toque sublime antes de rematar a Alberto y en el segundo recortó a Loren hasta desnucarle después que Overmars le habilitara de forma majestuosa.

Entre Kluivert y Overmars ayudaron a pasar la noche, presidida además por un paradón de Reina en el lanzamiento de una falta por parte de Aranzabal. Voló el hijo de Miguelito que, al igual que el padre, se adornó con una parada en la escuadra izquierda que recordó viejos tiempos en el estadio. La Real se tapó desde la salida y no pasó del medio campo hasta que le metieron el primero. Lo único que consiguió fue retrasar la derrota. La Real dejó que el Barcelona se lo tomara con calma y decidiera cuando le dio la gana a Kluivert. El ariete se congratuló con la hinchada, que siempre le exige goles, y el Barcelona acude al encuentro del Madrid con más ganas e interés que el sábado pasado.

Luis Enrique, junto a Fuentes y Alberto.
Luis Enrique, junto a Fuentes y Alberto.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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