PNV yPP buscan una coalición en su reñida disputa por la primacía

La convocatoria electoral realizada por el lehendakari se ha producido en medio de los contactos intensivos que el PNV y el PP mantienen en busca de una coalición que les garantice situarse en la posición de primera fuerza electoral del País Vasco. Los dos partidos mejor situados en la carrera electoral han recurrido a las formaciones escindidas de sus filas, EA en el caso del PNV, y UA en el del PP, con el fin de impedir la dispersión del voto.

La unidad perdida en viejas confrontaciones que ya son historia es el esfuerzo en el que se afanan en las últimas semanas el PNV y el PP con el fin de conseguir la primera plaza en los comicios del próximo 13 de mayo. Las dos formaciones trabajan en la búsqueda de fórmulas de coalición que les proporcione, en esta apretada pelea, la condición de primera fuerza política, una cuestión especialmente simbólica en los tiempos actuales. Y la que, además, representa la facultad de iniciar el proceso de contactos con otros partidos para la formación de mayorías parlamentarias que apoyen la constitución del Gobierno autónomo.

La representación paritaria que tienen los tres territorios vascos en el Parlamento autonómo con independencia del número de habitantes -cada uno aporta 25 escaños- permite al Partido Popular, mayoritario en Álava, disputar la primacía al PNV en número de escaños, aunque obtenga éstos con un inferior número de votos. Por eso, la aportación de un partido uniprovincial como Unión Alavesa, que tiene pocos votos pero muy valiosos para convertirlos en escaños, es objetivo prioritario del PP que, con siete escaños en la actualidad, aspira a obtener en solitario nueve o diez, según sea la encuesta del Gobierno vasco o interna, y sumar a éstos los dos que actualmente disfruta UA.

El partido de Pablo Mosquera, que hace dos legislaturas llegó a tener cinco representantes en el Parlamento de Vitoria y se desmoronó en los comicios de 1998 al quedar reducido a dos parlamentarios, aspira ahora a subsistir gracias a la importancia estratégica que para el PP tienen estas elecciones en las que es un aliado imprescindible para que los populares vascos consigan la primacía a la que aspiran por vez primera. Ambos partidos ya cooperan en coalición en las instituciones alavesas y estudian ahora las posibilidades jurídicas de formar una coalición uniprovincial siempre y cuando UA mantenga su sigla y consiga un puesto en un hipotético Gobierno que presidiría su aliado.

Alianza PNV-EA

A su vez, PNV y EA, viejos rivales, han terminado por reconocer que la excepcionalidad de la situación en la que se encuentra el nacionalismo moderado, por vez primera amenazado con la pérdida del poder autonómico, exige una respuesta adecuada que les garantice el mantenimiento de la primacía. Ha sido el partido de Carlos Garaikoetxea el primero en admitir la conveniencia de una fórmula que no gusta nada a sus dirigentes, pero que se impone como tozuda realidad si el nacionalismo moderado quiere asegurar sus posiciones.

Desde hace más de un mes, una comisión con representantes de ambos partidos se está reuniendo para limar las diferencias y con la misión de aproximar posturas. El anuncio de la fecha electoral hecho ayer por el lehendakari se ha producido sin acuerdo -la última reunión se celebró el lunes pasado-, pero son muy pocos quienes creen que esta negociación no va a alcanzar su objetivo de formar una coalición.

Las diferencias que mantienen ambos partidos son, aun así, importantes. Desde el planteamiento de EA de mantener la estrategia soberanista en el programa electoral, planteamiento que el PNV resuelve con la inclusión en el programa del derecho de autodeterminación, hasta las posiciones que deben ocupar en las listas los candidatos de ambos partidos con el fin de salir elegidos. Ni PNV ni EA cuestionan la conveniencia de poner en marcha un procedimiento que permita a la coalición dividirse después en dos grupos parlamentarios. Aunque la coalición PNV-EA no garantiza la suma aritmética de todos los votos, sí asegura una probabilidad grande de obtener la ansiada primacía.