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Cascos niega los fondos europeos para la línea del metro que enlaza con el aeropuerto

El Gobierno de José María Aznar ya se negó a tramitar la petición de los fondos europeos el año pasado, cuando la Generalitat le instó a que los solicitara para el último tramo de la línea 9 del metro, que irá de L'Hospitalet al aeropuerto, por tratarse del mismo caso que el metro a Barajas, que sí tuvo esa subvención.

Pero la rotundidad con que se expresó ayer el ministro de Fomento no deja lugar a dudas. A juicio de Álvarez-Cascos, ese tipo de fondos europeos, que suponen la subvención del 85% del coste de la obra -en el caso del tramo del aeropuerto, el total es de 74.000 millones de pesetas-, están para 'financiar la parte de las competencias propias de las infraestructuras y hay otras cosas que también necesitan dinero'.

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El ministro, que colocó la primera piedra del nuevo mercado de Sabadell, también aprovechó la ocasión para dejar claro que se espera la cofinanciación del AVE. 'Si se ha pedido la colaboración del Gobierno autónomo para financiar la llegada del AVE al aeropuerto es porque la Generalitat ha querido hacer modificaciones en el calendario previsto', afirmó. El titular de Fomento fue contundente y aseguró: 'Si siguieran gobernando los socialistas, estarían pagando el AVE los ayuntamientos y la Generalitat, porque ése era el proyecto que había'.

Según el ministro de Fomento el plan de infraestructuras del Gobierno socialista sólo preveía 2.880 kilómetros de AVE - ahora se van a construir 7.200-, y además cofinanciados por el Estado, los ayuntamientos y la Generalitat.

El PP no puede 'permitir las críticas de estos días' porque suponen un 'desprecio a la memoria colectiva', puntualizó Álvarez-Cascos, quien no se quedó ahí y arremetió contra el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente del PSC, Pasqual Maragall, por sostener que una infraestructura como el AVE debe ser financiada íntegramente por la Administración central.

Al alcalde de Lleida, Antoni Siurana, el ministro le reprochó que pretenda imponer casi por la fuerza, con amenazas de suspenderlas, unas obras que ya están en fase de ejecución: 'Cuando el trazado no está decidido, se escucha a todo el mundo y se llega a un acuerdo; pero cuando ya se están ejecutando las obras, no me parece razonable que a alguien se le ocurra introducir cambios'. Estas afirmaciones fueron inmediatamente replicadas por los socialistas catalanes y por el Ayuntamiento de Barcelona.El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, exigió más diálogo a propósito del AVE. 'De la misma manera que se ha llegado a acuerdos en Galicia y en Levante, deseo que ocurra en Cataluña', dijo. A juicio del titular de Fomento, es legítimo que se 'quieran introducir elementos nuevos, como el de modificar los plazos'. Eso sí, sólo pagando. El ministro apremió para que se tome una decisión rápida sobre el trazado y así 'poder solicitar la declaración de impacto medioambiental y programar la ejecución de las obras'.

Pero mientras Álvarez-Cascos se refería a las cuestiones de financiación como el único escollo para la llegada del AVE al aeropuerto de El Prat, el ministro de Exteriores, Josep Piqué, apuntaba a otras causas: ayer afirmó que haber llevado el AVE al aeropuerto de El Prat -a través de la vía principal- hubiera supuesto un retraso de unos 20 minutos en el trayecto entre Barcelona y Madrid, que deberá cubrirse en dos horas y media. Este argumento 'temporal' se añade a otros aducidos por Piqué el lunes pasado; entre ellos, el relativo a que no existen otros aeropuertos conectados con el AVE, por lo que llevarlo a El Prat supondría un agravio comparativo.

Para el Ayuntamiento de Barcelona, no es de recibo que parte del trazado del tren de alta velocidad deba ser cofinanciado con fondos de las arcas municipales. 'No está entre las obligaciones de los ayuntamientos afrontar el coste de infraestructuras como el AVE. El caso de Barcelona no debe ser una excepción. ¿O es que se hace pagar el AVE a Valencia o a Zaragoza?', se preguntaba ayer el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, al término de una reunión con el consejero de Política Territorial de la generalitat, Pere Macias, y los alcaldes del Baix Llobregat. No fue una reunión de toma de decisiones, sino de compás de espera antes de que Fomento les convoque para explicarles las modificaciones introducidas en el proyecto de trazado del tren de alta velocidad. Todos los municipios piden el acceso directo del AVE al aeropuerto, pero ninguno se atreve a negarse en redondo a que al final sea un ramal secundario.

El Ayuntamiento de Barcelona esgrime, además, razones legales que imposibilitarían que el consistorio invirtiera dinero en una obra que ni siquiera está en su término municipal. A lo que sí está predispuesto el Ayuntamiento es a formar un consorcio, en el que se integraría Fomento, para construir la estación de la Sagrera, pero tal como la concibe el consistorio: como una gran estación. El ministerio parece estar de acuerdo, aunque no se ha avanzado en cuestiones como plazos y aportaciones.

El diputado del PSC-CpC y consejero de Infraestructuras del gobierno en la sombra, Manel Nadal, dijo el Gobierno del PP 'quiere ahogar premeditadamente la economía catalana'. En su opinión, la posición de Álvarez-Cascos 'responde a una visión centralista y a un proyecto equivocado', ya que 'Barcelona y Cataluña son uno de los motores de España'. En cuanto a la negativa de Fomento a pedir fondos para financiar la línea 9 del metro, Nadal la calificó de nueva 'muestra de discriminación'.

El Gobierno catalán ha llegado a aceptar involucrarse en la cofinanciación del tramo del AVE hasta el aeropuerto para garantizar que el tren de alta velocidad sea una realidad en el año 2005, no más allá, que es la amenaza que supone el proyecto de Fomento. Lo que todavía no está claro es si la Generalitat está dispuesta a sufragar en su totalidad las cifras que baraja el Gobierno del PP: entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas. El Consell Executiu lo decidirá hoy.

Ayer celebraron una reunión para tratar del tema el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el conseller en cap, Artur Mas, y los consejeros de Economía y Política Territorial, Francesc Homs y Pere Macias. La emisora Catalunya Informació anunció a última hora de la tarde, citando fuentes de Convergència Democràtica, que la decisión ya estaba tomada en el sentido de sufragar todo el coste añadido que supondrá el bucle del aeropuerto.

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