No más ciclistas atropellados

Una vez más, el deporte del ciclismo se viste con maillot negro por la muerte en la carretera de uno de sus destacados practicantes. Cada año, muchos otros ciclistas aficionados pierden la vida o resultan gravemente heridos en accidentes, aunque los medios de comunicación no se hagan eco de estos sucesos. En la mayoría de los casos, los accidentes están provocados por el uso de la misma vía por ciclistas y automóviles, mucho más rápidos, voluminosos y pesados. Hoy se habla mucho sobre las temeridades de los conductores y su falta de respeto a otros usuarios de la carretera. ¿No será lo temerario pretender que por una misma vía circulen simultáneamente bicicletas y coches?

Desde estas páginas quiero hacer una propuesta: desarrollar una red de ciclopistas para que los aficionados a este deporte puedan practicarlo sin riesgos. En España existen miles de kilómetros de vías férreas en desuso que, tras pavimentarlas, podrían servir para este fin. Las vías son llanas, disponen de puentes y la mayoría de ellas recorren parajes de gran interés paisajístico y natural a los que no se puede acceder por carretera. Algunas de las estaciones hoy en día abandonadas podrían habilitarse como merenderos o alojamientos rurales para que los ciclistas repusieran sus fuerzas. La existencia de esta red ciclo-turístico-deportiva serviría también para desarrollar de modo sostenible las zonas rurales que hoy no se benefician de la economía del turismo.

Todo ello, por una fracción del coste de la red de trenes de alta velocidad.-