Un Manchester todavía mejor
Los datos del United en la Premier revelan que Ferguson ha sido capaz de subir el nivel
El multinacional, multimedia y multimillonario Manchester se enfrenta pasado mañana en la Liga de Campeones, a un club de fútbol importante, utilizando los parámetros convencionales, que al lado del United parece de pueblo. Lo cual tiene poco que ver con lo que pueda ocurrir en el campo de juego. El hecho de que el Manchester sea el equipo más rico del mundo; el que, con diferencia, más aficionados globales tenga; el que acabe de sellar una extraordinaria alianza comercial con los New York Yankees, el más poderoso equipo de béisbol americano, no influirá en absoluto en el resultado en Mestalla el miércoles. Si el Guadix le puede ganar al Valencia, el Valencia le puede ganar al Manchester. Dicho esto, afirmado el principio de imprevisibilidad que hace que el fútbol despierte más pasión que cualquier otro deporte, es indiscutible que que sobre el papel el Manchester es superior.
Aún reconociendo que hoy la Liga española es más fuerte que la inglesa, los números del Manchester en la Premier esta temporada son impresionantes. Tras 27 partidos ha marcado 59 goles, concedido 17 y lleva una ventaja sobre el segundo en la tabla, el nada desdeñable Arsenal, de 13 puntos. En 22 partidos el Valencia ha marcado 34 goles, concedido 16 y va cuarto.
Más datos. Desde que se enfrentaron ambos equipos en la Champions el año pasado el Valencia ha perdido tres jugadores claves; el Manchester no ha perdido a nadie. La defensa del Valencia ha envejecido; la del Manchester (media de edad: 24 años) ha madurado. Los cuatro magníficos del medio campo ahí siguen: Beckham, Keane, Scholes y Giggs.
Beckham, nuevo capitán de la selección inglesa, se mueve más por el campo que la temporada pasada, ha demostrado más variedad e ingeniosidad en el pase, y la calidad del contacto entre bota y balón sigue tan exquisito como siempre. Giggs está viviendo su mejor temporada de las diez que lleva de titular, a sus 27 años, en un equipo que ha ganado seis títulos de Liga, cuatro Copas y una Copa de Europa. No hay nadie mas rápido que él con el balón en los pies. Si tuviese gol sería candidato a mejor jugador del mundo.
Scholes ha estado lesionado durante la mayor parte de lo que va del año y en el empate 1-1 contra el Chelsea de Claudio Ranieri el sábado jugó muy por debajo de su nivel. ¿Cuál es su nivel? El de un centrocampista ofensivo completo: feroz en defensa, prolijo en el primer toque y en el pase, goleador con las dos piernas, bajito pero con gran remate de cabeza. Y Keane, el capitán, el motor del equipo. El menos habilidoso de los cuatro centrocampistas pero, por personalidad y entrega, el más indispensable.
En ataque Alex Ferguson sigue tentiendo el mismo dolor de cabeza de siempre. Elegir dos entre Andy Cole, Teddy Sheringham, Dwight Yorke y Ole Gunnar Solskjaer. Esta temporada Sheringham, el más veterano con 34 años y el que menos ha rendido las últimas dos temporadas, es el que más goles ha marcado. Cole, por cuestiones personales desconocidas, no se habla con Sheringham hace mas de un año, pero son la pareja preferida del entrenador. El noruego Solskjaer es el eterno suplente de lujo, el goleador innato. Yorke ha sufrido un bajón y se habla de que se podría marchar en verano.
Hay dos nuevas caras en el personal del Manchester. El brillante, a veces errático, portero francés Barthez; y el gran descubrimiento de la temporada en Inglaterra, el central canterano de 21 años, Wes Brown. Barthez, por su gran presencia y por la autoridad que confiere su extraordinario palmarés, ha aportado confianza y solidez a la defensa. Brown es rapidísimo, hábil con ambos pies y, lo más destacable, frío como un pez. Es uno de esos jugadores que siempre parece disponer de más tiempo que los demás. Nadie duda que será titular de la selección inglesa en los próximos diez años.
Otro descubrimiento de Ferguson es que el francés Mikael Silvestre, que en temporadas anteriores había jugado de central, pertenece por naturaleza en la banda izquierda, de lateral. Ferguson dijo la semana pasada que era el jugador que más había mejorado en la plantilla. En ataque ha contribuido a la gran temporada de Giggs.
La roca en el centro de la defensa es, por tercera temporada consecutiva, el holandés Jaap Stam, que acaba de volver al equipo, igual que siempre, tras tres meses de baja por lesión. Gary Neville, el lateral derecho, fue el punto débil de Manchester el año pasado pero últimamente se ha vuelto a entender porque era uno de los favoritos de Terry Venables cuando fue seleccionador inglés.
Si le falta algo al Manchester sería en el ataque. Tiene cuatro buenos delanteros pero ninguno de ellos se podría considerar de categoría mundial, ninguno está a la altura de los cuatro centrocampistas, mucho menos de un Rivaldo, Raúl o Batistuta. Por eso Ferguson quiso fichar a Van Nistelrooy, del PSV, a finales de la temporada pasada, hasta que sufrió una grave lesión. Ferguson ya ha declarado que fichará al holandés para la temporada si se recupera.
Pero el gran mérito del Manchester reside no en las individualidades sino en la solidaridad entre los jugadores, en su fuerza mental, en el espíritu ganador que hace que la suma de los de Ferguson siempre haya sido mayor que las partes. El escocés es el responsable de que durante la década de los noventa el Manchester se haya convertido, a nivel económico, en la gran potencia futbolística de la era de la globalización. Le paguen lo que le paguen, se merece más.
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