Suministro de droga por teléfono desde Natzaret
Dos mujeres, ataviadas con delantal y teléfono móvil, pasean por la calle de Ifach, en el barrio de Natzaret de Valencia. Son las encargadas de organizar el servicio de entrega a domicilio. Jóvenes de entre 14 y 17 años transportan las dosis encargadas a domicilios particulares del barrio de Natzaret y otros próximos. Para las peticiones de mayor cuantía, un coche se encarga de recorrer la zona previa a la que forman las calles de Ifach, Manuel Andrés y Santa Pola. Apostados en la acera, a discreta distancia, esperan los clientes. Por orden van pasando por el vehículo. Entran, pagan, recogen, el turismo avanza 50 metros, se baja, y otra vez a empezar. Esas operaciones de trapicheo se producen a plena luz del día en una zona en la que los vecinos, según José Antonio Barbás, presidente de la Asociación Natzaret Unido, no tienen más vigilancia constante que 'la de un policía de barrio'.
Los vecinos de Natzaret han hecho llegar al Ayuntamiento de Valencia y a la Delegación del Gobierno todo tipo de información sobre el tráfico de drogas en la zona, sin presencia policial y con toda impunidad. 'La respuesta ha sido nula', aseguró Barbás. 'En la última reunión con Carmen Mas, delegada del Gobierno, nos aseguró que estudiaría el caso. Eso fue hace ya meses. No hemos tenido respuesta. Y nos consta que los informes presentados por el policía de barrio han llegado al jefe de la Séptima Unidad y no se ha hecho nada con ellos'.
