La parábola de Óscar

Caía el balón en las cercanías del vértice del área, remitido desde la izquierda, y Óscar lo acunó con su bota derecha. Levantó la cabeza, esperó el bote del balón, y lo golpeó con el empeine. Aquél describió una parábola y acabó entrando por la escuadra derecha de la portería de Juanmi, en lo que resultó, amén del quinto gol del Espanyol ante el Zaragoza, la acción más bella del partido y posiblemente de la jornada. Óscar García, de 27 años, puso fin así a una racha desesperante en todos los sentidos.

Desde que saliera del Barcelona, la carrera de Óscar no ha hecho sino dar tumbos. El Valencia le dio cobijo la pasada temporada y salió de allí por la puerta de atrás. Suplente habitual, su aportación al equipo no pasó de 4 goles en 20 partidos. El pasado verano se convirtió en el fichaje estrella del Espanyol. Pero nada cambió con respecto a lo ocurrido en Mestalla. Óscar sólo encontraba hueco en los minutos finales de los partidos. En uno de los que actuó desde el principio, frente al Numancia, se tuvo que retirar tras protagonizar una de las acciones más dramáticas que se han visto, cuando sufrió un corte de digestión y a punto estuvo de ahogarse. El sábado, por fin, volvió a aparecer Óscar en su mejor versión, firmando un gol enorme.