Los goles inútiles de Javi Moreno

Con un 4-1 adverso en el marcador y a cuatro minutos del final, Javi Moreno decidió presentar sus credenciales en Son Moix. El goleador de la Liga marcó dos tantos (ya suma 15) y enfrió la euforia que se había desatado en las gradas. El Mallorca pudo superar, con muchas dificultades, el 'vendaval Moreno' para sumar su octava victoria en la Liga que le deja muy bien situado en el grupo de equipos punteros. El equipo que dirige Luis Aragonés lleva 17 partidos oficiales, entre Liga y Copa del Rey, sin perder. La última derrota balear se produjo en el campo del Las Palmas.

El punto débil del Mallorca en Son Moix era su defensa. En ocho ocasiones, el equipo rojillo había tenido que superar un marcador adverso. Ante el Alavés, salió más aplicado e impidió al goleador de la Liga, Javi Moreno, que tuviera una tarde plácida, al menos durante 86 minutos.

Hasta el minuto 61, el oficio de dos veteranos ilustres, Nadal y Miquel Soler, había sido suficiente para tapar las grietas y dejar expedito el camino a los delanteros. Pero Nadal cometió un error grave al regalar el balón cerca de su aérea para que Tomic estableciera el 1-1. Hasta ese instante, sólo se había equivocado la zaga visitante y la ventaja isleña era, desde todo punto de vista, lógica.

El Mallorca lo había hecho casi todo. Arriba no estaba el nigeriano Finidi por compromisos con su selección, pero sí el camerunés Eto'o y, sobre todo, Albert Luque. El Mallorca impuso sus argumentos, porque Ibagaza y Stankovic aportan kilos de clase en los momentos decisivos del partido. Así ocurrió ocho minutos después del gol de Tomic. Nadal quiso rectificar su fallo y empalmó un gran disparo que se estrelló en el poste. El rebote lo cazó el Caño Ibagaza en un alarde de fuerza y fe en sus posibilidades.

El Alavés había arrancado con ganas -Magno estrelló un remate en el vertical derecho (m. 14)- pero su juego fue perdiendo peso y autoestima a medida que pasaban los minutos. A Jordi Cruyff no se le veía cómodo, ni tampoco a Tomic y Astudillo. Atrás, los hombres de Mané concedían demasiadas ventajas, y arriba sólo el inquietante Javi Moreno daba algún que otro susto a la grada. Pero el Alavés es un bloque: trabajan todos con un mismo objetivo y siempre hay que contar con él, aunque parezca hundido. Por eso, resultó fundamental la concentración exhibida por el Mallorca en el último cuarto de hora. Ibagaza fue el artífice de la victoria y Eto'o su ejecutor. Parecía que, por fin, después de muchas tardes de sufrimiento, el equipo de Aragonés podía darse un festín de goles y juego en su propio campo. Pero no fue así. Javi Moreno surgió como un rayo para marcar dos goles (ya suma 15 en la Liga) en tres minutos, devolviendo la vida a su equipo. El final fue otra vez de infarto para un Mallorca que parece condenado a sufrir lo indecible en Son Moix para amarrar la victoria. 'Con el 4-1 nos relajamos y eso en el fútbol se paga', fue la lectura del partido que hizo Luis Aragonés.