Cuatro inmigrantes que trabajan en la construcción, heridos en accidente de tráfico cuando volvían a casa

Cuatro albañiles -tres de ellos ecuatorianos y uno colombia-no- resultaron heridos a las 15.45 de ayer al sufrir un accidente de tráfico en una furgoneta Peugeot en el kilómetro 82,8 de la carretera de Burgos (N-I), según un portavoz de la Guardia Civil de Tráfico. Uno de los heridos sufrió un traumatismo craneoencefálico severo e ingresó muy grave en el hospital La Paz, según un portavoz del Sercam. Hace diez días, 12 ecuatorianos fallecieron cuando viajaban hacinados en una furgoneta en un paso a nivel sin barreras del municipio murciano de Lorca. Se dirigían al campo para trabajar en la recolección de verduras.

Los cuatro albañiles accidentados ayer en la región regresaban de trabajar en un tajo de la localidad burgalesa de Aranda de Duero. Circulaban por una recta de la carretera de Burgos, cruzando el término municipal de Robregordo, cuando, por un supuesto despiste del conductor, la furgoneta se salió de la autovía por el carril izquierdo, invadiendo la mediana. El conductor dio un volantazo y metió el vehículo de nuevo en el asfalto, pero cruzó toda la calzada, hasta salirse por el carril derecho. La furgoneta volcó y comenzó a dar vueltas de campana. Dos de los cuatro ocupantes salieron despedidos del vehículo.

Al volante iba Héctor P. C., ecuatoriano de 28 años, que resultó herido leve, según fuentes de Tráfico. El peor parado fue Romer C. R., ecuatoriano de 30 años, que quedó atrapado en el interior del vehículo y tuvo que ser rescatado por los bomberos de la Comunidad. Un helicóptero del Servicio de Rescates de la Comunidad le trasladó al hospital La Paz. Romer se abrió la cabeza del golpe. Su vida corre peligro, según fuentes sanitarias. Su compatriota Wilfredo C. R., de unos 30 años, sufrió también un golpe en la cabeza y quedó herido grave. Una ambulancia le trasladó al hospital Doce de Octubre, donde quedó ingresado en la unidad de cuidados intensivos.

La Cruz Roja trasladó a los otros dos inmigrantes, un ecuatoriano con una fractura de fémur y otro colombiano, a un hospital de Madrid con una fractura en el fémur. Tenían, según una primera comprobación, su documentación en regla.