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FÚTBOL Copa del Rey

El sueño 'colchonero' de Cidoncha

"El Madrid decía que se lo tomaba en serio, pero su alineación demostraba que no tanto"

Habían quedado a merendar en un restaurante a eso de las seis de la tarde. Al principio, los jugadores del Toledo se concentraban a la hora de la comida en un hotel. Pero desde hace tres partidos, los futbolistas le convencieron a José Ramón Corchado, el entrenador, de que quizás era mejor comer en casa y acabar con las concentraciones. Y esta vez, pese a que el visitante era el Madrid, no cambió sus hábitos. Así que los jugadores llegaron, tomaron unas ensaimadas y se fueron juntos al Salto del Caballo. En ese rato, al entrenador le dio tiempo a recordar a sus jugadores que había que aprovecharse de las carencias defensivas del Madrid. "Sabíamos que había que buscarle constantemente la espalda a los centrales, porque suelen jugar muy adelantados y sufren en el repliegue. Y que Israel debía machacarles con su endemoniada velocidad", descubre Cidoncha, uno de los héroes de ayer. "Y también, aprovecharnos de su exceso de confianza. El Madrid decía que se lo tomaba en serio, pero su convocatoria, aunque cargada de internacionales, demostraba que no tanto".Cidoncha nunca había sido de esos futbolistas con imán, que consiguen atraer hacia sí todos los rechaces. Pero esta vez sí estaba convencido de que la pelota le iba a él. Y con ella, todos los sueños pendientes de su adolescencia. Por eso, en cuanto la cabeza de Iván Campo escupió del área aquel balón, el capitán del Toledo sabía que debía prepararse para el remate de su vida. Así que armó el cuerpo, desenfundó su izquierda y pegó de lleno con el empeine: 0-2. Lo demás fue la carrera alocada hasta la grada y el gesto arrebatador de subirse la camiseta y enseñar la que escondía debajo con la foto de Marta, su mujer, y Cidonchita, su hijo. Su rato de gloria, aunque quizás tarde, a los 30 años, al fin le había llegado. Había saciado de una vez esas ganas irrestibles por marcarle un gol al Madrid que le entraron hace 15 años, cuando abandonó su Badajoz natal para imaginarse futbolista en el Atlético. Siempre como central o lateral izquierdo, Cidoncha llegó a jugar con el filial rojiblanco en Segunda. Y luego en el Badajoz, y en el Valladolid, en Primera, y en el Almería, y en el Málaga, y otra vez en el Badajoz, y en el Jaén, y en el Jerez de los Caballeros, y, desde este verano, en el Toledo, donde, tal vez cuando ya menos lo pensaba, ha visto cumplido su viejo sueño.

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