Villarroel Teatre estrena una sátira de Hollywood y la violencia audiovisual

El director escénico Ángel Alonso es un amante de la comedia, un género que le ha reportado grandes éxitos como La extraña pareja y La jaula de las locas. En este gusto por el humor se inscribe también su último montaje teatral, Popcorn, del escritor Ben Elton (Londres, 1959) que se presenta en el Villarroel Teatre de Barcelona. Sin embargo, explica el director, bajo una estructura cómica perfectamente trabada, la pieza esconde una dura sátira hacia el cine de Hollywood y, de un modo más genérico, al tratamiento de la violencia en los medios de comunicación.

Sexo, droga y violencia

Escrita originalmente como una novela, Popcorn se convirtió rápidamente en un best-seller y su propio autor la adaptó para el teatro. Se ha estrenado en varios países, y ahora se presenta en Barcelona en una versión del propio Ángel Alonso interpretada por Lluís Marco, Òscar Molina, Núria Hosta, Núria Font, Miquel Sitjar, Roser Pujol y Cristina Solà. "Es una gran comedia, con todo el material y la estructura del género, pero el autor toma toda la tradición del humor inglés y lo lleva a terrenos insospechados", explica el director. Y lo ejemplifica: "Es capaz de poner en escena tres asesinatos y, después de cada uno de ellos, servir un gag bestial. Los temas de la obra son el sexo, la droga y la violencia, pero no empañan la comedia".

La acción de esta obra con protagonismo coral presenta a un prestigioso director de películas violentas (personaje inspirado en el cineasta Quentin Tarantino, el director de Pulp fiction) como anfitrión de una fiesta en su casa para celebrar que le acaban de conceder un Oscar. Su caprichosa hija, su mujer, de la que se está divorciando, su amante y el poderoso productor de sus filmes coinciden entre los invitados. Por propia iniciativa, una pareja de asesinos, fieles seguidores del director, deciden sumarse a la glamourosa fiesta y revivir en ella algunas de las escenas más famosas que éste ha rodado. Pero al director no le divierte tanto la realidad como la ficción, y la velada acabará en tragedia múltiple.

"La obra trata de la oportunidad o no de hablar de sexo, droga y violencia en los medios de comunicación. El autor defiende que con estos temas se busca la audiencia, y tras la audiencia está el poder, que siempre es machista", opina Alonso. Por este motivo, el texto subraya, en su opinión, "el aspecto machista que tiene la violencia. Los asesinos en serie siempre son hombres, las mujeres siempre van en pareja".

El director asegura que tras la hilaridad que provoca Popcorn, la obra es básicamente "una reflexión sobre en qué punto nos encontramos cada uno de nosotros. Porque si la televisión ofrece estos productos en busca de audiencia, esto significa que la demanda del público va en este sentido".

En cuanto al perfil de los personajes, Alonso dice que son "prototípicos del éxito norteamericano", que el autor convierte en caricaturas de sí mismos. "Los va desmontando poco a poco, con una gran sabiduría, ritmo y tempo. Y acaba por convertirlos en muñecos".